San Luis Potosí, SLP.- En el marco del Día Nacional del Libro, El Colegio de San Luis realizó la Mesa de Diálogo "El libro académico" en el que participaron David Ortiz Celestino editor independiente; Daniel Zavala Medina; profesor-investigador de Facultad de Ciencia Sociales y Humanidades de la UASLP; Jorge Herrera, jefe de la Unidad de Publicaciones del Colsan y el investigador Mauricio Guzmán, quien fungió como moderador.
La mesa inició con la pregunta de si existe un futuro para el libro en papel en la era digital a lo que Daniel Zavala consideró que existen muchos tipos de sabidurías y por ello se necesita todo tipo de libros. Consideró que ponerle la etiqueta de “académico” a un libro, puede provocar una distancia para su lectura.
Por su parte, David Ortiz apuntó que él tiene la confianza plena de que el libro físico va a continuar teniendo vigencia, ha sorteado a la cine y a la televisión y hoy en la era digital sigue presente; más bien consideró que estas nuevas herramientas de conocimiento y entretenimiento, como lo es el área digital han impulsado la curiosidad por adentrarse en los libros en papel.
El editor del Colsan, Jorge Herrera señaló que esta transición ha sido favorable para el libro, porque en su versión electrónica ha sido posible llegar a mucho más gente, con todas las herramientas y soportes tecnológicos.
Al hablar de la transición del libro físico al electrónico y sus desafíos los expertos señalaron que la versión digital abre múltiples opciones para su edición como para su acceso e impacta en los costos de producción. Comentaron la posibilidad de escuchar la voz del autor, interactuar en los espacios multimedia o acceder a información complementaria.
Consideraron que los riesgos posibles son la distracción que te pueda traer la versión electrónica, que ante las múltiples opciones que te ofrece termines dirigiendo tu atención a otros temas o a un resumen del texto, porque mediante un clic te puedes ir a otras páginas, es por ello que el editor tiene el reto de atraer al lector al texto.
Concluyeron en señalar que las dos formas de edición son complementarias si se saben usar, que lo multimedia no se imponga ante lo académico y que estas herramientas electrónicas fomenten y complementen la lectura, pero sobre todo no perder de vista el objetivo final que es democratizar el conocimiento.
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