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El método kaizen o regla del minuto te ayuda adquirir nuevos hábitos

Agencia | 12/11/2017 | 12:03

Además de definir bien qué objetivos queremos conseguir, también es muy importante dosificar la energía que destinamos a realizar esas actividades. El método kaizen o regla del minuto es una filosofía japonesa que nos ayuda a distribuir nuestro esfuerzo para conseguir nuestras metas.

No es necesario volver de vacaciones o que sea Año Nuevo para poner en práctica nuevos hábitos. Cada día es una oportunidad para un nuevo comienzo. El método kaizen o regla del minuto es una técnica de origen japonés cuyo objetivo final es cambiar el estilo de vida de quien la practica. Modificar hábitos no es difícil, lo complicado está en mantenerse firme en la decisión de transformar determinadas prácticas en el día a día.

Seguro que esta situación te resulta familiar. Cada septiembre te propones nuevos objetivos ¿cierto? Nada más lejos de la realidad, pasados unos meses te das cuenta que algo no funciona. No sabes porqué pero aquellos buenos propósitos se han desvanecido a lo largo de los días. El problema no son los objetivos, ni siquiera tú. El problema es la falta de constancia y de motivación. Los cambios no son duros ni imposibles, pero requieren de paciencia y de tenacidad.

Etimológicamente “Kai” significa cambio y “Zen” significa sabiduría por lo que podríamos traducir kaizen como proceso de mejora continua. El método kaizen es una antigua filosofía que encierra una afirmación del Gran Libro del Tao: “Un viaje de mil millas comienza con un pequeño paso”. A pesar de ser antiguo, este método es totalmente válido para nuestros días. Se basa fundamentalmente en realizar un cambio paso a paso.

El método kaizen o regla del minuto consiste en realizar cada día a la misma hora una tarea o un nuevo hábito que se quiera adquirir y que cueste trabajo incorporarlo al día a día. Sesenta segundos es el tiempo mínimo que se necesita para establecer un hábito.


Un pequeño paso para ti, un gran paso para el cambio

Cambiar un hábito puede ser muy fácil cuando se favorece la preferencia cerebral por ese cambio. Pongamos por caso el ejemplo del sedentarismo. Nuestro ritmo de vida nos obliga a estar sentados en la mesa de trabajo muchas horas en la misma postura. Quizás al acabar la jornada estamos tan cansados que no tenemos fuerza para ir al gimnasio, sin embargo, si durante el día nos levantamos cada cierto tiempo y damos un paseo aunque sea pequeño, lo que viene siendo estirar las piernas, ayudaremos a nuestro metabolismo a funcionar de forma eficaz.

Quizás ese movimiento sea el primer “pequeño” paso de tu camino a adquirir el hábito de practicar deporte una hora al día. En el método kaizen la cultura del “cuanto mayor, mejor” no está contemplada. La regla del minuto apoya la teoría de que los pequeños pasos conducen a grandes cambios.

Pensar que el tamaño del cambio está relacionado con el tamaño de los pasos a dar es una falsa creencia. Hay que alejarse de todas aquellas teorías que prometen transformaciones milagrosas, rápidas o en poco tiempo. El poco a poco suma y siempre tiene su resultado final.

Kaizen en los negocios

Como buena filosofía oriental, el método kaizen es también utilizado por grandes compañías. Es el caso de Toyota, que lleva impreso el kaizen en su alma . La marca japonesa era conocida por su alta fiabilidad más que por su diseño. Pero en 2002 la dirección decidió construir más fábricas para producir más automóviles. Esta situación trajo consigo un coste elevado: los fabricantes no podían mantener la misma calidad a ese ritmo de producción. El método kaizen dejaba de aplicarse. Toyota tuvo una importante crisis y ralentizó su producción. En ese tiempo corrigió los defectos de producción y poco a poco fue restaurando su reputación.

El método kaizen en el caso de Toyota ilustra cómo esta filosofía crea pequeños hábitos con los que cambiar un hábito en tu vida. Los cambios conseguidos poco a poco pueden durar toda la vida y, además, ayudan a evitar desagradables consecuencias de dar pasos en falso o erróneos.

El orden de los factores no altera el producto

El interés en el método kaizen puede ser espiritual o práctico. No importa cuál sea tu motivación. Lo que importa es que mantengas la constancia en el camino hacia el cambio de hábitos. Desde dejar de fumar, hacer deporte, moderar tu ansiedad a la hora de comer o incluso definir tu horario laboral, el método kaizen o la regla del minuto ayuda a planificar esos pequeños pasos en el camino hacia la consecución del objetivo final: el cambio de hábito.
La regla del minuto para niños

Lejos de ser una técnica de productividad o cambio sólo para adultos, el método kaizen también es aplicable a los más pequeños de la casa. La regla del minuto para niños también es efectiva. El método kaizen se aplica para que los niños aprendan a asumir responsabilidades. De la misma manera que los mayores, los niños tiene que realizar cada día a la misma hora una tarea que les cueste trabajo.

Levantarse de la cama, ayudar a preparar el baño, vestirse, recoger su ropa o sus juguetes son tareas cotidianas que los niños tienen que realizar día a día y, como ocurre con los mayores, los niños no siempre lo hacen con la misma ilusión. La diferencia está en que los pequeños están en plena fase de aprendizaje y es muy importante transmitirles que realizar las tareas de la casa no es una obligación. Tampoco es recomendable castigarles o premiarles.
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Existen muchos métodos que ayudan a poner orden en el caótico mundo de la pereza. El método kaizen o la regla del minuto para niños está orientada a avanzar paso a paso en las pequeñas tareas o responsabilidades con objetivos, claro está, asumibles para su edad. Ayudar a los más pequeños a que sean responsables es el primer paso para que, poco a poco, alcancen sin darse cuenta taras de mayor responsabilidad.