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Simplemente tenía muchos demonios: exesposa del atacante en iglesia de Texas

Agencia | 11/11/2017 | 13:30

La ex esposa del asesino múltiple en una iglesia de Texas, habló sobre su breve y turbulento matrimonio.
 
Tessa Brennaman, la primera esposa del tirador Devin Patrick Kelley, de 25 años, habló con el medio Inside Edition. Se trata de la primera entrevista que da, luego de su ex marido matara a 26 personas en una iglesia en Sutherland Springs, Texas, el pasado fin de semana.
 
“Simplemente tenía muchos demonios u odio dentro de él”, dijo Brennaman, y agregó que Kelley había amenazado con matarla a ella y a toda su familia.
 
“En una ocasión, Kelley se enfureció por una multa por exceso de velocidad”, recordó.
 
“Y tenía una pistola en la pistolera ahí mismo y sacó esa arma, me la puso en la sien y me dijo: ‘¿quieres morir?, ¿quieres morir?’”, relató Brennaman.
 
La pareja se casó en abril de 2011 y se divorció en octubre de 2012, según documentos judiciales.
 
En noviembre de 2012, Kelley, que entonces tenía 23 años, se declaró culpable de golpear, estrangular, patear y tirar de su cabello, además de fracturar el cráneo de su hijo menor de una relación anterior.
 
Fue confinado a una prisión militar durante un año y recibió la baja por mala conducta de la Fuerza Aérea.
 
La Fuerza Aérea admitió que no notificó al FBI sobre la condena, lo que habría impedido que Kelley comprara armas de fuego.
 
Mientras tanto, los feligreses que sobrevivieron a la masacre en la Primera Iglesia Bautista de Sutherland, dijeron que una semana antes de la matanza, Kelley actuó de manera extraña.
 
Señalaron que Kelley se presentó en un festival de la iglesia vestido de negro y actuó de forma tan extraña que la gente lo vigilaba de cerca.
 
“Estaba completamente distante y pensativo”, recordó Judy Green. Ella y su esposo dijeron que Kelley a menudo exhibía un comportamiento preocupante.
 
Rod Green, un ex agente de policía de Montana, dijo que cuando vio a Kelley llegar completamente de negro, lo examinó de cerca para asegurarse de que no llevara un arma.
 
“Si Kelley hubiera estado portando un arma, lo habría escoltado por todos los niños que estaban allí”, dijo Rod Green, quien se posicionó para vigilar a al hombre en todo momento.
 
“Había algo mal en él, estaba pensando en el futuro y eso era lo que me asustaba”, señaló Green.
 
Los investigadores han dicho que el tiroteo del domingo pasado parece provenir de una disputa doméstica que involucró a Kelley y la madre de su segunda esposa, y que él le había enviado mensajes amenazantes.
 
La suegra a veces asistía a servicios en la iglesia pero no estaba presente el domingo pasado.
 
Kelley murió de lo que parece ser una herida de bala autoinfligida después de que civiles armados lo sacaron de la escena de la masacre.
 
Once personas permanecen hospitalizadas con heridas del tiroteo.
 
Antes de que la iglesia sea demolida, servirá como monumento temporal, dijo Rod Green, quien también sirve como administrador del templo.
 
“Los servicios nunca se llevarán a cabo allí de nuevo. Los servicios del domingo se llevarán a cabo en un campo de béisbol cercano”, señaló Green.