Viernes 19 de Abril de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.
salud

Cosas que puedes hacer para tener vientre plano y no es ejercicio

Agencia | 10/11/2017 | 13:11

Para muchas personas, tener un vientre plano es una de sus principales metas. Sin embargo, a veces parece que una rutina de ejercicios no es suficiente, pues no se obtienen los resultados deseados. Esto puede ocurrir porque los hábitos de alimentación no son los más adecuados o porque estamos cayendo en algunas prácticas que te alejan de tu objetivo.

Si sientes que este es tu caso, no te desesperes y mejor toma nota de algunas sencillas actividades que puedes llevar a cabo para conseguir el abdomen plano que tanto deseas. ¡Dile adiós a la pancita!

#1 Postura correcta
No sólo te verás más alto y estilizado, una buena postura ayuda a contraer los músculos del abdomen y evitar que sea vea una pancita por estar encorvado. Procura mantener tu espalda recta, que tus hombros estén alineados con tu cadera y aprieta el abdomen.

#2 Consume mucha fibra
Para evitar que tus intestinos se inflamen, asegúrate de incluir en tu dieta alimentos que te aporten mucha fibra, como la manzana, el aguacate, la pera, la naranja y la papaya. Además de ayudar a limpiar el tracto digestivo y contribuir a un buen funcionamiento intestinal, la fibra puede absorber azúcares y grasas del área abdominal.

#3 Adiós a la goma de mascar
Con el afán de no sentir hambre y, por lo tanto, comer menos, muchas personas optan por mascar chicle a toda hora. Sin embargo, esto puede resultar contraproducente, pues masticar constantemente esta golosina provoca que tragues aire y éste se quede acumulado en tu abdomen, provocando que tu estómago luzca inflamado.

#4 Agua, mucha agua
Tomar suficiente agua tiene múltiples beneficios para tu apariencia y tu salud. Entre ellos está eliminar el exceso de sodio y evitar la retención de líquidos, misma que contribuye a tener una apariencia inflamada.

#5 Mastica muy bien tus alimentos
La razón: entre más veces mastiques tu comida, más rápida será la digestión. Los trozos más pequeños de alimentos se digieren más rápido, el estómago no produce tantos ácidos y tu sistema digestivo trabaja mejor. Así que ya lo sabes, procura masticar cada bocado un promedio de 40 veces.