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¿Para qué sirve la musicoterapia?

Agencia | 03/11/2017 | 12:53

La hipertensión es quizás la principal preocupación de las personas adultas y en edad avanzada.

Seguros de emergencia, tensiómetros y pastillas son nuestra garantía para la prevención, pero hay una nueva alternativa a la vista: la musicoterapia.

Las emociones extremas son un factor detonante de la presión arterial alta.

Esto es algo que los doctores siempre enfatizan y, siendo este un factor eminentemente emocional, la dieta y los medicamentos no podrán hacer mucho al respecto.

No obstante, si queremos trabajar el problema desde lo conductual, la música quizás sea una opción que muchos no han explorado aún.

¿Cómo puede ayudarnos la musicoterapia para controlar la hipertensión?
Se ha demostrado científicamente que ciertos tipos de música tienen la capacidad de regular e influir sobre la presión sistólica y diastólica.

De esta forma podrían prevenirse problemas como la hipertensión, dolencias cardiovasculares y preinfartos.

Los ritmos lentos y la música armónica pueden mejorar la vasodilatación en un 26%.

Esto también nos ayuda a evitar fallas y enfermedades cardíacas, sobre todo cuando están relacionadas con cambios de ánimo inesperados, rabietas y otras causas de origen emocional.

No obstante, no todos los tipos de música tienen la misma influencia en el ser humano. Esto es algo que podemos demostrar nosotros mismos al escuchar distintos tipos de ritmos y géneros musicales.

La música clásica tiene efectos positivos demostrados
Según algunos especialistas, se ha comprobado el efecto de la música clásica en la vasoconstricción.

Son muchos los experimentos que se han realizado en torno a este género musical, el cual ha alcanzado los mejores efectos para regular la tensión.

Piezas clásicas como “Serenata nº13 en Sol Mayor” de Mozart, o “Las cuatro estaciones” de Vivaldi han sido sometidas a pruebas científicas y los resultados son asombrosos.

Claro, que otros estilos también pueden beneficiar a nuestro sistema circulatorio.

De hecho, la música de meditación marca tendencia en este tipo de experiencias y ha sido diseñada para trabajar problemas conductuales y generar beneficios en las personas que la escuchan.

Esta es una expresión elaborada de la musicoterapia.
Nosotros mismos podemos experimentar los efectos de la musicoterapia
Se ha determinado que estímulos como la risa, el medio ambiente o la música son determinantes en nuestra emocionalidad e influyen en el estado de nuestra presión arterial.

Lo mejor es que esto podemos experimentarlo por cuenta propia.
Si lo probamos, el solo hecho de escuchar una canción que nos gusta genera un estímulo emocional. Y es notorio su efecto desde el momento que nos colocamos los auriculares.

Claro, que no todos los estilos musicales nos transmiten los mismos efectos.

Lo mismo ocurre cuando escuchamos una grabación de meditación o relajación. Muchas de estas utilizan sonidos naturales y suaves que nos hacen sentir como si estuviéramos en lugares tranquilos y placenteros.

En contraste, cuando escuchamos rock o música bailable el efecto tiende a ser el opuesto.

Efecto relajante
Aún no existe un dominio total sobre el tema, pero algunos investigadores de la materia denominan a este fenómeno como “efecto de la relajación”.

La liberación de estrés y la distensión emocional y psicológica contribuyen a prevenir las elevaciones de presión arterial.

Y la musicoterapia tiene la capacidad de inducirnos la sensación relajante, aunque esta no es la única forma de hacerlo. Respirar profundo, hacer un viaje vacacional o recostarnos en un sofá tienen efectos similares.

Hoy en día los investigadores creen que este efecto de relajación es la vía más rápida para bajar la tensión de forma natural. Y ello sin recurrir a ningún tipo de medicamentos.

Los más optimistas creen que la música podría sustituir los tratamientos médicos hipertensivos, al menos en algunos pacientes.

La música nos permite controlar las elevaciones de tensión sin efectos secundarios
Son muchas las ventajas de este descubrimiento. Lo primero es que este tipo de tratamientos nos permite obtener resultados sin tener que lidiar con los efectos secundarios típicos de los medicamentos hipertensivos.

Además, implementar este tipo de prácticas puede traer una mayor calidad de vida a los pacientes. Tendremos otras herramientas para combatir el estrés, el cansancio y buscaremos un tiempo para abandonar las tensiones.

Lo mejor de todo es que no necesitamos mucho dinero para realizar nuestro propio tratamiento de musicoterapia. Un dispositivo electrónico, audífonos y un espacio acogedor son más que suficientes para comenzar.