Viernes 19 de Abril de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.
salud

Miel, el alimento eterno

Agencia | 01/11/2017 | 17:14

A través de los años, en la antigüedad y tal vez tiempos remotos de los cuales probablemente no existan registros históricos claros, la miel ha estado presente en el desarrollo de la humanidad, incluso, existe una pintura rupestre guardada en las cuevas de Araña en Valencia, España, donde se muestra un humano con la mano dentro de un panal para recolectar este delicioso néctar de abejas silvestres, que cada día se hace más popular a lo largo y ancho del planeta.
 
Arqueólogos han encontrado envases de miel en tumbas egipcias con miles de años de antigüedad y para el momento del hallazgo es aún comestible. Esto quiere decir que puedes conservarla todo el tiempo que desees sin temor a tener que desecharla luego, lo que le da a esta sustancia un valor agregado adicional a su dulzura, sabor, propiedades medicinales y multiplicidad de usos que se le han atribuido a lo largo del tiempo.
 
¿Cómo se explica su longevidad?
 
Contiene azúcares higroscópicos
 
La miel es una variedad de azúcar y sus componentes son higroscópicos, esto quiere decir que poseen muy poca agua, pero pueden absorber humedad si están expuestos a ella.
 
Acidez al extremo
 
La miel es extremadamente ácida. Aunque parezca una contradicción, la ciencia no miente. Su pH se encuentra entre 3 y 4,5, lo que significa que si tomamos como referencia que el valor de 7 es neutro, esa acidez es capaz de matar a cualquier tipo de bacterias y microorganismos.
 
Las abejas se encargan de su elaboración
 
Una vez que las abejas recolectan el néctar de las flores, lo regurgitan en el panal y este se mezcla con una enzima que tienen en sus estómagos llamada glucosa oxidasa. El néctar se descompone en ácido glucónico y peróxido de hidrógeno (mejor conocido como agua oxigenada), lo que significa que además de todas sus características previas es antiséptico, lo que le permite a la miel protegerse de cualquier elemento que quiera crecer en ella.
 
Datos curiosos
 
En el Antiguo Testamento, la tierra de Israel a menudo es llamada "la tierra que mana leche y miel". El Dios que allí se menciona, nutrió a Jacob con "miel y aceite que hizo brotar de la roca" y le dio a Israel harina fina, aceite de oliva y... miel.
 
Aníbal Barca, gran guerrero de Cartago, ofreció a su ejército miel y vinagre cuando cruzaron los Alpes en elefantes para luchar contra Roma.
 
Durante la dinastía Zhou Oriental (770-256 a.C.), uno de los manjares exclusivos para la realeza era una mezcla de miel con larvas de abejas, y en la poesía de Chu se habla del vino y la miel (c. siglo 11 a.C. -223 a.C).
 
Arqueólogos modernos han encontrado una y otra vez en las antiguas tumbas egipcias, vasijas de miel de hace miles de años perfectamente preservada.