Los esfuerzos realizados por Apple durante los últimos años para cuidar el medio ambiente y luchar contra el cambio climático han recibido reconocimiento desde Greenpeace.
En el último boletín describe a las compañías que más se alarman por el planeta y las que planifican y ejecutan acciones para colaborar con la protección del medio ambiente.
Coloca al fabricante Apple como la segunda compañía en el ranking.
Según Greenpeace, ese segundo puesto (y la puntuación global de “B-“) es gracias al uso de materiales reciclados y la eliminación de agentes contaminantes que Apple está haciendo en el proceso de producción de sus dispositivos. También cuentan gestos como la madera proveniente de bosques sostenibles o la energía solar/eólica de la que quiere depender totalmente la compañía.
Greenpeace ha dejado hueco también para una crítica hacia a Apple, que es la que ha impedido que la compañía sea la primera de la lista: la dificultad para reparar sus dispositivos. Apple trabaja en los tribunales para evitar el “derecho a reparar”, prefiriendo que sus dispositivos se reparen en las mismas tiendas o directamente se reemplacen por terminales nuevos.
Y por eso, Greenpeace le da a Fairphone la mejor puntuación en su lista de compañías más verdes. Este fabricante utiliza materiales de fabricación responsable, haciendo que su teléfono sea armónico.
De esta manera, no hace falta reemplazar el terminal entero cuando éste se avería, sólo se cambia el componente que se ha roto.
Es la mejor idea para aprovechar al máximo las materias primas usadas en un smartphone, pero la mayoría de las compañías han preferido crear terminales no modulares en favor de que sean más delgados y ligeros.
Son compañías llamativas por sus productos, pero su impacto sobre el medioambiente se mira con lupa.
Mientras que Apple ha mejorado en los últimos años su compromiso con la sostenibilidad, marcas chinas como Xiaomi o Huawei no son transparentes sobre sus políticas.
Las emisiones de gas invernadero y la adopción de energías renovables son algunas de los frentes abiertos. Diez años después del primer iPhone, ¿qué ha ido a mejor y que ha empeorado en las cadenas de suministro?
La manzana picada ya no es una manzana podrida, mientras que alguna tecnológica china, aunque nos atraiga por su precio, no llega al aprobado ecológico ni yendo a septiembre.
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