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¿Por qué no deberías enviar mensajes a tus amigos para contarles tus problemas?

Agencia | 26/10/2017 | 16:39

Enviar mensajes de texto continuamente a tus amigos contando tus problemas o buscando aprobación, ya sea por SMS, WhatsApp o cualquier otro sistema, quizá no sea buena idea, pues ello podría estar incrementando tu ansiedad.
 
La razón para ello es que el uso del smartphone para interactuar de esa forma con nuestros semejantes es un comportamiento de búsqueda de seguridad que reduce la ansiedad en un momento dado. Sin embargo, con el transcurrir del tiempo, los comportamientos de seguridad en realidad alimentan la ansiedad porque evitan que las personas se den cuenta de que su temor no tiene ninguna base.
 
Esto es particularmente problemático para los niños cuya capacidad para desarrollar la capacidad de recuperación puede verse afectada por dichos comportamientos. Porque los niños suelen desarrollar mayor temor al rechazo y gestionan peor su miedo al rechazo.
 
Pero también lo es para los adultos: cuanto más intolerante sea la persona con la incertidumbre, más probable es que se le diagnostique una mayor cantidad de problemas de salud mental. Esto se ha observado en adultos.
 
Los smartphones y las aplicaciones de medios sociales nos permiten contactar fácilmente con otras personas para obtener seguridad cuando nos enfrentamos una situación preocupante en lugar de enfrentarnos a nosotros en solitario. A la larga, ello crea dependencia, y reduce la capacidad de ser autosuficiente.
 
Convivir con la incertidumbre mejora la capacidad de una persona para lidiar con la preocupación y está estrechamente asociado con una mejoría en quienes experimentan ansiedad.
 
Si dejamos de depender constantemente del feedback de nuestros contactos, amigos y allegados, pues, dejamos de tratar de controlar todas situaciones a los que nos enfrentamos, y advertimos de que puede sobrevivir a la angustia de "no saber". Sobre todo porque, por lo general, solemos exagerar lo que pasará, cuando finalmente no es para tanto.
 
Así pues, resulta más eficaz no solo convivir con la incertidumbre, sino distraerse con otros asuntos y no prestarle tanta atención a determinadas preocupaciones, en vez de alimentarlas compartiéndolas instantáneamente a través del smartphone. De vez en cuando, pues, desconecta el teléfono.