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Residuos del agave mejorará textura de alimentos

Agencia | 25/10/2017 | 11:30

Investigadores de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) emplearon celulosa procedente de residuos de agave para la fabricación de biopelículas transparentes de 80 nanómetros de espesor, las cuales podrían mejorar la textura de alimentos.

El proyecto de los científicos de la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica de la UANL busca aprovechar los residuos de las industrias en México que trabajan con agave, como las del tequila, mezcal y pulque, expuso el doctor Leonardo Chávez Guerrero.

A pesar de la existencia de varias investigaciones y desarrollos enfocados en el aprovechamiento de residuos de agave, el profesor de la UANL destacó que este proyecto tiene un enfoque distinto.

“En lugar de tomar la fibra, tomamos el material que mantiene unida la fibra en una hoja de agave. Es una estructura a nivel celular, se le llama parénquima, la usamos sólo para producir películas transparentes, no tomamos la fibra que se usa comercialmente”, expuso.

En entrevista con la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Chávez Guerrero explicó que entre las aplicaciones se podría emplear para cambiar la textura en alimentos o como fibra dietética insoluble sin riesgos para la salud del consumidor.

“Esa fibra que desarrollamos de nanocelulosa se puede agregar a los alimentos y puede absorber una mayor cantidad de agua, sería una fibra dietética en el estómago sin ningún efecto negativo ya que la fibra pasa inalterada”, abundó.

El especialista en nanotecnología sostuvo que su desarrollo ayuda a disminuir el tiempo de tránsito de los residuos alimenticios en el colon.

A diferencia de los productos similares en el mercado, que se obtienen a partir de madera y bacterias, elaboradas en países como Japón, Finlandia y Canadá, las películas hechas en la UANL se consiguen mediante procesos con menos complejidad y contaminantes.

“Nosotros obtenemos láminas muy delgadas de 80 nanómetros. Una de las grandes ventajas es que la celulosa no es sintética, sino que nosotros la extraemos de plantas como el agave, y necesita 30 veces menos ácido sulfúrico para obtener el mismo resultado”, dijo.

Chávez Guerrero refirió que en un futuro buscarán que esta innovación se aplique a otros tipos de industria como en el desarrollo de dispositivos electrónicos biodegradables.

“A futuro sería fabricar dispositivos electrónicos sobre láminas de este material, de tal manera que, cuando se tiren a la basura, eventualmente se degraden”, declaró.

Sostuvo que también se podría emplear en bolsas como polímero biodegradable, pues debido a que está hecho de celulosa es resistente como las convencionales.