Google le inyecta 1.000 millones de dólares a Lyft

Ya estaba en boca de todos desde hace un tiempo y esta semana se ha hecho realidad: Alphabet ha invertido 1.000 millones en la última ronda de financiación de la estadounidense Lyft. Esta compañía de transporte es el principal competidor de Uber.

El pasado mes de septiembre te adelantábamos que era muy probable que Google y Lyft estuviesen a punto de convertirse en socios comerciales muy estrechos. Para desgracia de Uber, el principal rival de la compañía de transporte colaborativo y también con base en San Francisco, Alphabet ha decidido apostar por Lyft con una sustanciosa inversión de 1.000 millones de dólares.

En la actualidad, la compañía está valorada en 10.000 millones de dólares, un 45% más que su última valoración que tuvo lugar hace seis meses. La nueva inversión de la matriz de Google estará sostenida por el fondo de capital riesgo de Alphabet, CapitalG, cuyo socio, David Lawee, se unirá a la directiva de Lyft.

A pesar de que Alphabet haya decidido colaborar con Lyft e impulsar su liderazgo en el área del transporte colaborativo, cabe destacar que la compañía también es accionista de Uber, organización en la que invirtió en el año 2013. Pese a ello, durante los últimos tiempos la relación entre ambas empresas se ha visto salpicada de tensión debido a problemas en torno a su competición por la carrera del coche autónomo.

De hecho, Uber podría enfrentarse a cargos criminales después de que Waymo -filial de Google para la tecnología del coche autónomo- denunciase a Uber a por el robo de más de 14.000 documentos con datos secretos de estos vehículos sin conductor.

Por el momento, Lyft gana mercado, tal y como refleja su valoración, mientras que Uber -el mayor unicornio del mundo, valorada en 70.000 millones- arroja malos resultados financieros de Uber y ha sido salpicada por los numerosos escándalos sexuales que han azotado la compañía, las acusaciones de espionaje a usuarios y competencia o la dimisión hace unos meses de su CEO, el controvertido Travis Kalanick, que abandonó la compañía ante el hartazgo de los inversores y las numerosas críticas.