Si hay un loco que no haya dos, pero aquí hay muchos

LOS FESTEJOS PATRIOS transcurrieron con normalidad, con las incidencias normales de las concentraciones masivas y las celebraciones sociales, pero sin los augurios nefastos que algunos hicieron circular en internet. Por los tiempos electorales que vivimos es normal que algunos busquen generar inestabilidad o hacer notar que algunas cosas se están haciendo mal. Al final de cuentas el papel de los críticos siempre es muy cómodo, si se atiende un asunto, problema o contingencia que se presente, es oportunismo, si no lo hace es irresponsabilidad. Cuando se está fuera de la esfera del poder, todo lo están haciendo mal, aun cuando se haga lo mismo que ellos hicieron cuando estuvieron dentro.

SI HAY UN LOCO que no haya dos, decía la gente sabia de nuestro pueblo, lo malo es que no nos dijeron qué hacer cuando hay muchos y a veces todos estén locos. En el caso del Congreso del Estado y sus escándalos concurren dos factores que tiene que ver con la ignorancia y la arrogancia. Por un lado hay diputados que ignoran la esencia misma de su función y, por el otro, ciudadanos que ignoran que los derechos y las libertades conllevan obligaciones y tienen imprescindibles limitantes. Ambos grupos de personas son tan arrogantes que creen que tienen la absoluta razón en todo y poseen la verdad universal. Por eso resulta que luego una minoría se adjudica la representatividad de todos los ciudadanos, sin que nadie les haya otorgado tal representación, y justifica con eso, con decirse la ciudadanía, cualquier agresión o insulto que emita contra los que ellos consideran que están actuando mal. Pero también hay los representantes populares, los diputados lo son por haber sido electos en un proceso democrático, que no saben que son sus facultades ni a qué deben la curul.

SI EL LLAMADO Frente Anticorrupción en sus protestas ha cometido muchos excesos, algunos que sobrepasan el derecho a la libre manifestación porque dejan de lado la manera pacífica y se han convertido en francas agresiones, por el otro la imprudencia de algunos diputados han convertido al Congreso del Estado en una arena de lucha libre que de seguro hace recordar al recinto, si los edificios tuvieran memoria, las películas de luchadores y algunas otras que se presentaban en el Cine Azteca, ocupante original de la ahora sala de sesiones legislativas.

PARA NO IR TAN LEJOS, José Luis Romero Calzada, en su notoria impericia política y tratando de conseguir notoriedad, provocó un zafarrancho que pudo tener consecuencias lamentables. Después, en lugar de aceptar su error y al habérsele exigido una disculpa por sus actos, se metió en un embrollo de explicaciones en las que comprobó que hay cosas en las que oyó cantar el gallo, pero no supo por dónde. A Josefina Salazar Báez, que fue la que le pidió cambiar de actitudes y pedir disculpas, le dijo que él sabe ser agradecido y que su diputación se la debe, en primera instancia, a Manuel Barrera, también a Juan Manuel Carreras, y a los habitantes de su distrito que votaron por él. Usted, le dijo a Josefina Salazar, sólo le debe el cargo a Héctor Mendizábal, porque nadie voto por usted, y lo ha traicionado.

TAL VEZ NO SABE el diputado que hay dos principios para elegir a un diputado, el de mayoría relativa y el de representación proporcional, y que ambos dependen de dos factores, que los registre un partido y que obtengan votos. El de mayoría relativa es candidato por un distrito y el plurinominal o de representación proporcional, por un partido. Uno llega por votos directos y el otro, por el porcentaje que su partido obtenga, pero los dos tienen que llegar por votos y le deben el cargo a los electores. También afirmó el diputado, en su afán de descalificar a su compañera de legislatura, que ella confesó usar bisutería y que la bisutería es un delito federal. La bisutería son todos aquellos adornos personales, alhajas, que no están hechos de metales finos, perlas y piedras preciosas, en este caso sería joyería. No es raro ahora que mucha gente use bisutería, que la hay de buena calidad y muy vistosa, en lugar de joyas, pero no es eso ningún delito, a menos que se estén usurpando marcas o comprando productos robados.

SI BIEN ES CIERTO lo que dijo el diputado José Belmarez, que así como se critica y se investiga a los diputados por presuntas actividades indebidas, también se debe investigar a quienes los acusan y los ofenden, para saber que hay tras de ellos, pues aparte de que pasan mucho tiempo en sus movimientos parece que tienen viáticos para seguir a los diputados por todo el estado -deben ser muy ricos o alguien los financia, afirmó-; también lo es que debe imperar la prudencia y las críticas no se van contrarrestar amenazando, como lo hizo el diputado Romero Calzada, con investigar en el IMSS y en el SAT, si los que participan en el Frente Anticorrupción, pagan sus impuesto y cumplen con la ley. Para empezar ya dijeron algunos que él también puede ser sujeto de una investigación así, pues tiene actividades empresariales que se mueven en terrenos muy resbalosos. NOSOTRO DECIMOS:

Por no controlar la boca

Y andar en esos sainetes,

Le pueden dar una sopa

¡De su propia marca de aceites!

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