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Comienza la cuenta regresiva

Armando Limón Hernández | 10/09/2017 | 22:57

EL PRÓXIMO MARTES 12 DE septiembre, los integrantes del Congreso del Estado enfrentarán el reto de aprobar el dictamen para declarar el inicio del juicio de procedencia de responsabilidad penal, en contra del diputado con licencia Enrique Flores, situación que sin duda será aprovechada por algunos de sus compañeros como parte de las venganzas políticas, así como el resultado de sus propios actos.
 
ANTE ESTA SITUACIÓN, VARIOS DE los operadores tanto del Congreso como del propio Gobierno del Estado, están analizando las consecuencias que les podría representar ante la sociedad, tomando en cuenta que cualquier decisión que se tome generará reacciones, desde el primer momento que se decida proceder en contra de Enrique Flores, o en su caso se buscara exonerarlo de toda responsabilidad mediante acciones de tipo judicial.
 
HAY QUE RECORDAR QUE EN nuestro país y de cuerdo al nuevo sistema de justicia penal, “todos son inocentes hasta que se muestre lo contrario”, y por lo tanto no se puede descartar que el propio legislador con licencia Enrique Flores, obtenga un amparo de la justicia federal que le permita sortear las acusaciones que le imputó la Procuraduría General de Justicia, derivadas de la videograbación, en la que el propio Quique Flores es el protagonista de una serie de ofrecimientos y presiones, buscando supuestamente “limpiar la cuenta pública” del alcalde de Ébano a cambio de un porcentaje basado en el monto de observaciones de la ASE.
 
OTRO TEMA QUE ESTARÁ generando polémica al interior del Poder Legislativo, es el caso de los magistrados del Tribunal Electoral, Rigoberto Garza de Lira y Oscar Kalixto Sánchez, quienes sin establecer criterios de su responsabilidad, podrían salir bien librados, al menos del Congreso del Estado, pues especialistas en la materia advierten que los diputados no son los facultados para resolver este asunto, desde una perspectiva que le debiera corresponder a una instancia federal.
 
ASÍ PUES, COMENZARÁ LA CUENTA regresiva para los 27 integrantes del Congreso del Estado, pues en esta última etapa los ojos de la ciudadanía estarán centrados en ellos para vigilar su actuación, aunque tendrán que sacar lo mejor de sí y, sobre todo, responder a la población para entregar buenas cuentas al final de la Legislatura. El reto es difícil, pero no imposible y dependerá de cada uno cómo pretenda ser recordado en la historia política de San Luis Potosí.
 
EN LO QUE SE REFIERE AL dictamen que propone otorgar la Presea al Mérito Plan de San Luis, año 2017, desde ahora podemos adelantar que la decisión que se tome, sin duda causará envidias e inconformidades para algunos personajes de la vida política, económica y social de nuestro Estado, pues todo parece indicar que el nominado es un empresario propietario de una televisora local, que sin restarle merito, sería elegido entre “La bola” de los que fueron propuestos ante la comisión dictaminadora.
 
POR EL LADO DE LOS PARTIDOS políticos se vislumbra un nuevo agarrón que podría resultar contraproducente para recobrar la confianza de la Auditoría Superior del Estado (ASE), ya que para el mes de octubre se elegirá seguramente, al nuevo titular y sustituto de Jesús Martínez Loredo, quien dejó el puesto vacante debido al escándalo de corrupción que lo involucró por la supuesta limpia de cuentas públicas.
 
SEGURAMENTE HABRÁ VARIOS tiradores, pero la decisión final estará en manos de los integrantes de la Comisión de Vigilancia del Congreso del Estado y aunque ello no significa que se tenga la garantía de que la persona que llegue a ocupar esta responsabilidad, esté libre de todo sesgo político partidista, es muy claro que los diputados obedecen a los intereses de sus partidos y por lo tanto, no se puede rechazar que la Auditoría Superior del Estado ha venido funcionando como el brazo ejecutor del partido que se encuentre en el poder, según sea el caso.
ANTE TODO ESTE ESCENARIO QUE vivirá el Congreso del Estado el próximo martes 12 de septiembre, no se puede asegurar que saldrá bien librado, y aunque para algunos detractores de los diputados “ya no puede haber más sorpresas”, no todo, está dicho, pues existe cada legislador que para qué les cuento.