LA CRUEL BROMA DEL ECLIPSE DE 1984

A propósito del eclipse solar previsto para el próximo día de este mes de agosto, no faltan los que abriguen temores de que,  las condiciones climáticas vuelvan a echar a perder la fiesta y el espectáculo que representa un fenómeno de esa naturaleza tal y como ocurrió el 30 de mayo de 1984 cuando estaba previsto que se registrara un eclipse solar total, cuando miles de potosinos esperábamos que se hiciera la oscuridad pero las canijas y densas nubes propias de esta temporada se aparecieron para jugarnos una broma cruel y echar a perder la fiesta mediática que teníamos preparada y quedarnos sin ser de los pocos en el mundo donde se apreciarían las tinieblas de una noche tal en varios puntos de la ciudad y en lugares cercanos a la capital.

Entre comentarios sobre el acontecimiento astronómico que se avecina algunos de los que por aquella fecha trabajábamos como reporteros  en el noticiero televisivo de un canal local, nos pusimos a recordar los muchos preparativos hechos previamente para la cobertura del suceso.

Según los expertos los científicos unos puntos precisos de la geografía potosina serían privilegiados con el efecto contundente del eclipse donde anochecería completamente.

Si la memoria no nos falla donde mejor se podría apreciar sería la comunidad de La Tinaja perteneciente a Soledad y un lugar de Mexquitic así como en el parque Tngamanga 1lo que hizo que prominentes estudiosos del asunto anunciaran su visita a San Luis con el fin de investigarlo en vivo además de que el anuncio de que aquí se podría ver el anochecer total las primeras horas de la mañana de aquel 30 de mayo en que se registraría. Lógicamente atraería a miles de visitantes de los estados vecinos que saturaron de reservaciones los hoteles y hasta magos y clarividentes se aparecieron por La Tinaja para hacer más folclórico el escenario.

Así se llegó la fecha y luego de la obligada reunión matutina con el entonces director del noticiero Juan José Rodríguez antes de las 7 de la mañana, los reporteros partimos a los sitios que se nos encomendó cubrir que en nuestro caso fue el Tangamanga.

En fin por lo que toca a nosotros junto con el camarógrafo llegamos al parque antes de la 7 de esa fría mañana dónde, para nuestra sorpresa nos encontramos a algo así como un centenar de personas que con un gesto de amargo desencanto miraban entristecidos el cielo cubierto de densas nubes que lo nublaban completamente, permanecimos un largo rato en el sitio mientras la gente, al ver que no se presentaba la tan esperada oscuridad empezó a retirarse, muchos con los vidrios ahumados que habían llevado para ver el sol oculto lo que también hicimos nosotros con la esperanza perdida de ver el susodicho fenómeno astronómico que todavía hace más amargo el recuerdo de tan cruel broma del clima el monumento en memoria del eclipse que el gobierno del profesor Carlos Jonguitud mandó levantar al final de la primera parte de la avenida principal pues, incluso se mandaron hacer monedas conmemorativas de plata.

De regreso a las oficinas de la televisora también nos topamos con las muecas decepcionadas de los compañeros enviados a los otros sitios donde presuntamente, anochecería la mañana de aquel 30 de mayo de 1984 con sus reportes de las cientos de estampas de desencanto entre los visitantes y científicos que habían venido a presenciarlo.

Para el eclipse del 21 que se avecina no se contemplan oscurecimientos dentro del estado aunque, por las condiciones del clima imperante no se descarta que las nubes vuelvan a jugar una broma cruel como la que nos hizo a nosotros que vale recordar como gajes del oficio.