Un Camp Nou a reventar fue el primer escenario para el duelo entre Barcelona y Real Madrid por la Super Copa de España, duelo encarnizado tal y como se esperaba entre los dos más grandes del futbol ibérico que por cierto no vio a Cristiano de inicio. Con resultado favorable para los merengues que se llevaron este duelo por 3 a 1 en un sufrido encuentro.
La primer a de peligro se protagonizó al nueve cuando Suárez sacó un buen zapatazo pero de gran manera en el fondo el tico Navas se mando con una buena atajada para bajar el peligro culé.
Un primer tiempo de ferrea pelea por la esférica, mismo que dejó un saldo de tres amonestaciones para los merengues en las figuras de: Casemiro al 20, y Carvajal y Bale al 42 por lo que los de "Zizou" tendrían que jugar con mayor cautela el complemento.
Con cero por cero en el marcador se comenzaba a jugar el segundo tiempo, mismo en donde la fortuna estuvo del lado madrileño cuando al 50 Gerard Pique la clavo en su propia meta luego de un desborde por izquierda de Marcelo que filtró balón raso para encontrarse los botines del defensor blaugrana y dar con el 1 a 0.
Fue al 58 cuando Cristiano fue llamado del banquillo blanco, el sacrificado fue el galo Karim Benzema por lo que una silbatina ensordecedora se hizo sentir en el Camp Nou ya que el lusitano ya pisaba la grama catalana.
Al 74 por poco Barcelona daba con la igualada y es que tras una interesante jugada donde Busquets tras pase de Denis Suárez disparó pero su intento se fue apenas por encima de la meta defendida por Navas.
Pero apenas un minuto después el colegiado decretó una pena máxima favorable al Barcelona tras una falta que sembró muchas dudas y que posteriormente por reclamos ocasiono que Marcelo fuera pintado de amarillo. Acto seguido el encargado de cobrarlo fue Messi al 77 quien no se complico y cobró de magistral forma para el empate a un tanto.
Pero el gusto duro muy poco para los blaugranas porque una vez que entró al terreno, CR7 se hizo sentir tras una gran descolgada merengue el portugués tuvo en sus botines la magia característica para impactar a la de gajos y techar al meta culé dando la vuelta al marcador con un verdadero golazo.
La locura se hizo presente en el Camp Nou cuando apenas dos minutos después y tras doble amarilla Cristiano Ronaldo que sin creerlo se iba expulsado dejando con uno menos a los de Zidane, el público local lo festejó a morir.
Al 90 el Madrid no se quedaría callado y Asencio marcaría con un golazo el 3 a 1. Finalmente no hubo tiempo para más y la ventaja fue merengue, sufrida a final de cuentas con la baja de Cristiano pero ahora todo se definirá en la vuelta a mitad de semana en el Santiago Bernabéu.
