Jueves 28 de Marzo de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.

Baches: el enemigo invencible

Miguel Angel Guerrero | 27/07/2017 | 01:32

La lluvia de demandas que enfrenta el ayuntamiento capitalino por desperfectos a unidades automotrices provocadas por los baches, evidentemente, será un cuento de nunca acabar pues no se ve cómo, ni con qué dinero podrían taparlos o evitar que proliferen por todos los rumbos de la mancha urbana cuando se registre alguna lluvia, así sea de menor intensidad.
 
Durante las campañas electorales de los candidatos a alcaldes de, por lo menos, las dos últimas décadas, una de las más encendidas promesas con la que han buscado ganarse adeptos es la de acabar con los baches aunque nunca decían cómo ni de dónde sacarían las colosales carretadas de dinero que requiere cumplir con una promesa de ese tamaño por lo que al no poder hacerlo, el problema ha sobrevivido a las administraciones hasta estos días en que por la intensidad de las precipitaciones pluviales se ha agudizado considerablemente al grado de que no son pocas las calles de varias colonias populares que son prácticamente intransitables por los profundos hoyancos que muestran.
 
Y, democráticos como son los malditos baches, no han sido un conflicto propio de un gobierno municipal de un partido político en específico pues lo mismo lo sufrieron ayuntamientos emanados del PRI como del PAN y aún de tinte legendario como el navista pues no se recuerda que la capital potosina durante alguna administración haya lucido un rostro terso como mujer recién salida del cirujano plástico, lo que es comprensible en virtud del raquítico presupuesto que tradicionalmente ejercen los gobiernos municipales que en su mayor parte les sirve para el pago de la nómina.
 
En ese contexto, no han tenido más remedio que pellizcarle a uno que otro programa para sacar con qué bachear las calles que puedan a fin de justificar trabajo ante la gente, pero sin poder emprender acciones de fondo que sirvan medianamente de solución al problema.
 
Lo malo de la aparición de los baches es que en cierta forma evidencian la falta de capacidad de gestión o de maniobra de alcaldes que han pretendido llegar al cargo con aires de gobernantes perfectos como cuando llegó el alcalde pizzutista al que las lluvias pusieron en su lugar toda vez que, no se olvida que en su ejercicio, la emblemática avenida Carranza lució una de sus peores imágenes de su historia por los enormes baches que le provocaron las lluvias y la falta de mantenimiento.
 
Para colmo, no han faltado otros que no aprendieron en cabeza ajena como el priista Mario García Valdez quien se embarcó en la aventura de declararle la guerra a los baches pese a que estaba fresco el fracaso de una declaración semejante que hizo Felipe Calderón al crimen organizado enfrentamiento que lógicamente MGV perdió con todo y que en su oportunidad llegamos a comentarle que  los baches no eran para hacerles la guerra sino para taparlos pues en lo que nos asistía la razón toda vez que él ya salió de la alcaldía y los baches no dejan de aumentar por todos lados que se tratan de medio tapar con las lamentables y siempre insuficientes limosnas de emulsión de chapopote que, de vez en cuando Pemex entrega a las autoridades municipales con lo que las brigadas de trabajadores tratan de restarles profundidad a los hoyancos sin lograrlo y que a la menor llovizna vuelven a quedar como estaban antes de que los rociaran con ese material.
Así entonces, queda claro que muchos dueños de vehículos que tengan la desgracia de verlos dañados al pasar por uno de esos baches, deberán resignarse a acudir a presentar su demanda para que el ayuntamiento pague su reparación en tanto que los funcionarios como Marco Antonio Aranda habrán de hacer acopio de paciencia para atenderlas y ver que se paguen como debe ser, lo que no quita reconocer el reto que se ha echado a cuestas el ayuntamiento gallardista de pavimentar las partes deterioradas de importantes arterias en lugar de remendarlas con bacheos superficiales aunque, seguramente, no habrá dinero que le alcance para hacerlo en todas las que se necesita.