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ALERGIA A UNIDAD GREMIAL DE ABOGADOS

Miguel Ángel Guerrero | 13/07/2017 | 09:42

Por lo visto, entre los abogados como en la mayoría de los gremios y organizaciones que agrupan a algún sector social, también carecen de figuras representativas con la autoridad moral como para convocar a sus representados a exigir una demanda de interés común como quedó claro ante la pasividad que mostraron ante la ejecución del joven ministerio público Raúl Serralde por el que no se ha alzado una voz que sacuda la conciencia gremial y genere una demanda firme y generalizada de justicia y sea escucha y atendida con respeto.

Lamentablemente para tan importante segmento de profesionistas ya ni la todavía hace unos años respetable Asociación Potosina de Abogados (APA ) cuenta con la influencia que llegó a tener de cara a las autoridades estatales, la que, de hace un buen tiempo para acá ha caído en una especie de marasmo del que solo parece salir un poco cuando renueva su mesa directiva, etapa en la que los aspirantes a presidirla generalmente toman como bandera de campaña la propuesta de construir la unidad de los abogados que a fin de cuentas ha quedado en mera palabrería pues por las características del ejercicio de la abogacía parecen alérgicos al espíritu gremial.

En las décadas anteriores los abogados buscaban encabezar la APA con la esperanza de utilizarla como plataforma de impulso a un puesto en el gobierno lo que muy pocos de los que la presidieron lo lograron y salvo excepciones como Juan Ramiro Robledo quien a partir de la presidencia de la asociación pudo forjar una brillante carrera política que lo llevó al umbral de la gubernatura estatal.

Sin embargo, el hecho de llegar a la presidencia de su organización no significa que en automático se cuente con el respeto y confianza de los abogados toda vez que hay juristas de una influencia propia innegable cuya voz es de más peso e influencia que el principal directivo como podría ser el caso de Gustavo Barrera, José Mario de la Garza y aún del mismo Robledo con todo y su semi retiro político, lo que hace más difícil que aquellos se afirmen como líderes del gremio.

A esas complicaciones se agrega el hecho de que con el paso de los años han surgido nuevas agrupaciones de abogados que le hacen competencia a la APA a la que los egresados de la UASLP ya no son afiliados automáticamente a ésta como se acostumbró durante varios años.

No obstante y para consuelo de los nuevos abogados ahí está el dato de que siguen siendo los preferidos o más aptos para ejercer el poder como lo demuestra el que desde hace cincuenta años ha habido más abogados como gobernadores como lo fueron Antonio Rocha, Guillermo Fonseca, Florencio Salazar Fausto Zapata  Teófilo Torres Corzo Leopoldino Ortiz Horacio Sánchez Unzueta, Fernando Silva Nieto y ahora Juan Manuel Carreras, lo que no quita que también lo hayan sido un contador público y un médico.

Así entonces queda de manifiesto que el gremio de los abogados como otros grupos también carecen de voces representativas influyentes o liderazgos formales, enfermedad que, como ya hemos dicho parece afectar a la mayoría de los grupos o instituciones lo que debe remediarse pues su actividad profesional es estratégica para el desarrollo y buena marcha de nuestra sociedad.