El hombre es el lobo del hombre

La conciencia hace que nos descubramos, que nos denunciemos o nos acusemos a nosotros mismos y, a falta de testigos, declara en contra de nosotros mismos.

Michel de Montaigne.

LA CONCIENCIA.- Implacable juez es la conciencia, no permite, en el último reducto de intimidad, traicionarse a sí mismo, enfrentando la verdad de lo consentido por el propio ser humano. ¿Habrá quienes no la tengan?

De todos es conocido cómo conductas irresponsables realizan falsas alarmas, quitando oportunidades de vida a las personas.

EL TRABAJO DE LOS VÁNDALOS.- Entre alertas falsas y llamadas con el mismo fin, las líneas de ayuda se saturan y se pierden oportunidades para ayudar a quienes de verdad lo necesitan. Una serie de alertas y coordinaciones que se han establecido van perdiendo su valor; y todo por vándalos que mienten colmando sus fechorías burlonas, dañando a la sociedad.

MESQUINDAD A LA VISTA DE TODOS.- Pero no todo es en llamadas, algunos que se auto denominan representantes de diferentes grupos, han querido estar dando notas periodísticas sin siquiera soporte alguno de veracidad, aun cuando deberían estar bien informados pero igual, si lo están, una muestra de su mezquindad es usar y abusar de la buena fe de las personas, generando notas, mezclando la verdad con la mentira, solo por atraer los reflectores.

POR EJEMPLO.- Cuando una persona pierde la vida, y sumidos en esta ola de violencia inmediatamente pensamos que es por causas del crimen organizado, con posibilidades de que sea una auténtica mentira y, que por lo mismo aquella muerte quede impune, pues imputada a orígenes inciertos, se pierde en el mar de la violencia.

CALIFICACIÓN EQUIVOCADA.- Cuando una mujer muere violentamente, lo primero que hay que agotar son los protocolos y criterios, para descartar que se trate de un feminicidio pero, por gente irresponsable, que se dedica solo a decir tonterías, aquella muerte puede terminar, equivocadamente, en el imaginario de la gente como algo que deriva del crimen organizado.

Cuando los sucesos de percance terminan con la vida de una mujer, igual que la de un hombre, hay que agotar ciertas líneas de investigación, precisamente para no generar expectativas equivocadas y desvío de la investigación por lo más cómodo.

IRRESPONSABLES E IMPUNES.- La irresponsabilidad de quienes hacen falsas llamadas, falsos señalamiento y abonan a la incertidumbre, es mayúscula, torpe actitud, generadora de culpas sumidas en la falsedad, de donde se pierden vidas por saturación de las líneas de ayuda y comunicación, pero además, responsables de impunidad pues en un mar de acusaciones inciertas, se pierde lo tangible, so pena de algún día caer en necesidad y ser víctima de sus mismos actos criminales en su propia persona o familia.

SENSACIONALISMO GENERA EQUIVOCACIONES.- La misma situación nos sucede cuando personas irresponsables usando redes sociales o declaraciones sin sustento, siembran el desconcierto en la sociedad, provocando caos que genera miedos innecesarios. Discernimiento de las noticias y análisis de las mismas, de lo que se informa, es ya obligado, pues mientras existan irresponsables dando notas falsas, llamadas falsas y, provocando sensacionalismo, todos estamos en peligro de caer en el error y perder la vida o dejar de ayudar y que se pierda la ajena.

VALORES, LA ÚNICA SOLUCIÓN.- La sociedad debe y tiene que entrar en una recomposición de lo que en múltiples veces se cita en los discursos; y son los valores, la ética de la conducta del ser humano; traerlos del discurso a la vida cotidiana. Humanizarnos dejando a un lado la despersonalización en la que por diferentes motivos hemos caído, principalmente por miedo, por temor a lo que estamos viviendo, creo es el camino adecuando.

NUESTRO RETO HOY.- Las últimas semanas de vida común han sido muy complicadas para nuestro Estado. Con presencia en los titulares de las noticias nacionales por menciones de corrupción, se convierten en un reto que hay que vencer. Pero iniciar por la familia es un acierto, pues no podemos exigir lo que no podemos dar.

La hipocresía de algunos en el sector público, pero también de otros en el privado, nos daña. Tomados en audio e imagen, aun así quienes son infraganti, elaboran piezas verdaderas de oratoria y hasta poesía, para deshacerse de la responsabilidad y, de plano, echarle culpas a los demás. Decía Thomas Hoves, parafraseando a los filósofos griegos, El hombre es el propio lobo del hombre.

Cuanta incivilidad se ha creado y nosotros lo consentimos.

jaimechalita@yahoo.com

@jaimechalita