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NADA DE GOBERNANTES, SON MANDATARIOS

Lupillo González | 01/06/2017 | 23:25

En ninguna parte de la Constitución Mexicana habla de la figura de gobernantes y gobernados. ¿Entonces porque muchos políticos, periodistas y hasta la misma gente suele llamarle así a los mandatarios y mandantes? Pues porque la invención perversa para cambiar los roles ha sido introducida en nuestro lenguaje como parte de un lavado de cerebro por parte del sistema.
 
¿Por qué digo esto? Porque decirle  “gobernante” a una persona a la que le hemos dado la responsabilidad de administrar los recursos públicos cambia todo el rol, de fondo los roles cambian ante nuestros ojos, un gobernante es como un rey, un monarca o un emperador, cuando las cosas deben ser totalmente a la inversa. Un mandatario es nuestro empleado que está obligado a rendirnos cuentas de sus actos y de cada peso que toque, él se debe a nosotros como ciudadanos y no al revés.
 
Enorme y extrema diferencia entre gobernado y un mandatario. ¿ Verdad que al sistema le ha funcionado manejar el término “gobernado”? Esto ha hecho que por años, quien realmente manda se sienta inferior, sometido y actué como esclavo. Lamentablemente muchas veces hasta sin pensarlo cometemos ese lamentable error en nuestro lenguaje cotidiano y con los periodistas no se diga. Lo bueno es que ya he escuchado a muchos que están cambiando el chip.
 
Un servidor se empapa de bastantes documentales históricos y me es común escuchar la palabra gobernante para describir a algún conquistador, a un emperador romano, a un monarca, un rey o un virrey de la Nueva España. ¿Cómo puede ser posible que siglos después a nuestros empleados les sigamos llamando así, cambiemos el chip, son nuestros empleados, el término correcto es “mandatarios”.
 
¿Alguna vez has escuchado algún funcionario público que se niega a entregar información del dinero que maneja, bajo el grave argumento de “es mi dinero y yo hago lo que quiera con el”? Esto sucede precisamente por eso, se siente gobernante y no tiene por qué rendirle cuentas a nadie, menos a un gobernado, un ser sumamente inferior a él. De esta forma el sistema corroído es como ha logrado penetrar en nuestro cerebro los términos “gobernante y gobernado”. 
 
Nosotros como parte de la ciudadanía y mandantes tenemos roles muy claros que realizar y entre esos está la de vigilar, supervisar, fiscalizar, cuestionar y exigir cuentas a nuestros empleados, situación totalmente opuesta de un “gobernado” que se comporta como esclavo y sin derecho a pedir cuentas claras.
 
Este país para que realmente cambie requiere mandantes de tiempo completo, que con su actitud diaria contagien positivamente a los demás, aunque tengo claro que esta propuesta aun sabiendo que es difícil de entender por un pueblo sometido, esclavizado, acostumbrado y adoctrinado a actuar como súbdito, tarde que temprano va a despertar millones de conciencias. Yo pongo mi parte.