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Pupilas dilatadas dicen mucho de tu salud

Agencia | 29/05/2017 | 17:00

Las pupilas dilatadas suelen ser consideradas símbolo de belleza que denota calidez, sensualidad y placer; sin embargo, existen trastornos que pueden dilatarlas de manera anormal y entonces se convierten en signo de alerta de afecciones que amenazan la salud y la vida. ¡Pon mucha atención!

Midriasis y miosis, juego natural de las pupilas

El punto oscuro en el centro del ojo es un orificio (cubierto por la córnea) rodeado por el iris; éste contiene un anillo de fibras musculares que amplían o reducen el tamaño de la pupila, controlando la cantidad de luz que ingresa al interior del globo ocular. Así, cuando la iluminación es brillante, la pupila se contrae (miosis), mientras que si es tenue, el iris hace más grande el diámetro de la pupila (midriasis) para permitir mayor paso de luz.

No obstante, los músculos del iris pueden reaccionar ante otros factores distintos a la iluminación:

Emociones. El enojo puede hacer más pequeñas las pupilas, en tanto el entusiasmo, placer o excitación sexual generan el efecto contrario.

Agentes químicos. Las pupilas dilatadas también son respuesta del organismo ante venenos u otros agentes químicos producidos por distintas plantas. La corteza del árbol de algarrobo negro, por ejemplo, puede causar intoxicación y, por ende, aumento del diámetro de las pupilas, entre otros signos. Lo mismo sucede cuando se ingieren accidentalmente sustancias tóxicas, como combustible para aviones o cloroformo.

Drogas. Los opiáceos provocan que las pupilas se contraigan, en tanto marihuana, cocaína y éxtasis producen la reacción inversa.

¿Por qué se dilatan las pupilas?

Tumores, accidentes vasculares cerebrales o traumatismos son lesiones estructurales que pueden afectar las pupilas; así, cuando su tamaño es distinto en cada ojo se habla de anisocoria, mientras que una dilatación anormal, pero de igual tamaño en ambas pupilas se conoce como isocoria, la cual suele tener origen tóxico.

Ahora bien, diferentes trastornos provocan pupilas dilatadas, entre otros síntomas:

Enfermedades neurológicas. Un tumor cerebral o edema cerebral pueden modificar el tamaño de las pupilas, incluso, de manera diferente en cada una. Esto sucede, por ejemplo, en casos de accidente cerebrovascular o hemorragia.

Lesión del nervio trigémino. Cuando este nervio que controla diversas partes del rostro se afecta (puede ser debido a traumatismo craneal) la pupila queda dilatada de manera permanente, además de producir parálisis, dolores mandibulares o migrañas.

Midriasis arreactiva simétrica. Si las pupilas se dilatan y no se contraen a la luz, puede ser signo de mal pronóstico, es decir, de daño cerebral importante e, incluso, con secuelas irreversibles. El ejemplo más frecuente se registra durante un paro cardiorrespiratorio.

Cabe mencionar que los médicos especializados en tratar enfermedades de los ojos son los oftalmólogos, quienes a fin de valorar su salud suelen realizar examen completo del cristalino y retina, para lo cual provocan midriasis artificial mediante fármacos.

Signos de alarma asociados a midriasis anormal

Tener pupilas dilatadas es problema grave si se acompaña de signos como:

Visión borrosa y/o doble.

Fiebre.

Dolor de cabeza.

Pérdida de la visión.

Náusea o vómito.

Dolor ocular.

Rigidez en el cuello.

Sensibilidad de los ojos a la luz.

Ante cualquiera de estos síntomas es preciso buscar atención médica inmediata, ya que presentar cambios súbitos y persistentes en el tamaño de las pupilas no es normal y puede ser señal de trastornos que comprometan tu salud y vida.