Es sumamente delgado el hilo que hace que un funcionario o un político sostenga su credibilidad, que refiere a convertirse en un verdadero representante y defensor de la ciudadanía , o un gordo y rechoncho zángano, que lo único que hacer es vivir cómodamente del erario público “hasta que la muerte los separe”.
En el México de hoy, y tal vez en el de muchos años atrás, en una memoria de la cual no me atrevo abusar porque no es la mía, el alcanzar escaños, puestos, niveles, instancias, trae consigo las famosas “delicias del poder” que van desde una vida llena de lujos y ostentaciones como le permite el alcance de su encargo público, y hasta lo que no; y allí es donde los excesos trascienden al enriquecimiento ilícito o inexplicable, del cual conocemos a lo largo de nuestra historia toda una serie de casos que resultan anecdóticos incluso al hablar de nuestra tristemente célebre clase política, cuando solo se aprovechan de esto para beneficiar a nadie más que a ellos mismos y alimentar el ego que esto les provoca.
Pero ahora dentro del argot popular, acomodar características a los hábitos de nuestros gobernantes, representantes y flamantes funcionarios, cuando llegan al poder o a sus cargos cada sexenio, cada trienio, y ahora con la salvedad de que Puedan repetir!! Si es que usted cree que se los merecen. “hay que ser cochino, pero no tan trompudo”. El nivel de cinismo es a veces inconmensurable como las propias ambiciones, el particular que ahora quiero abordar en estas líneas amigo lector, es cuando el cargo o lo que se supone que ostentan dentro de la función pública cae en la incongruencia, en la vulgaridad o incluso en el absurdo y el ridículo.
Hoy al grado que la propia iglesia que tampoco se distingue por ser muy mesurada ni en sus opiniones ni en sus escándalos, pide a los legisladores que no caigan en excesos y que no den muestras de insensibilidad a la mayoría de los ciudadanos que no pueden pagarse un viaje ni a San Juan De Los Lagos, con fotos chuscas u ostentosas de viajes a otros países como Alaska, como fue el caso del diputado José Luis Romero Calzada, que parece de verdad de gozar de este tipo de escarnios, y el legislador panista Jorge Luis Díaz Salinas. No hay nada de malo el tomar una vacaciones o unos “diítas” si se tiene la capacidad de hacerlo. El problema reside en aquellos que se supone representan en términos de fomentar una nueva imagen del legislador a la que se ha tenido desde hace tiempo. Porque sin temor a equivocarme si dijeron que querían cambiar la imagen de los diputados ante la ciudadanía, pero quisiera pensar que era para mejorarla…¿o no?
Pareciera que el ex gobernador Horacio Sánchez Unzueta está chocheando o ya se descaró como un vividor, o ya no quiere su cargo que supone mucho trabajo como es que refiere el de la remodelación del centro histórico, que en lo único que atinó fue en su momento a la presentación de maquetas.
Su familia que se hizo pasar durante largos años por un ente paladín de la moralidad y la honestidad, ahora vive del gobierno.
Su hijo cobra contratos millonarios por un montón de cosas que ni sabe hacer, bueno hasta por poner algo en las redes.
Hoy el señor Ex gobernador Horacio Sánchez ya se colocó en el plan de decir disparates sobre la seguridad y mal hablar del gobierno que le da de comer a puños, y no de hoy sino de siempre… pero también porque no habla de a como son los contratos millonarios de su constructora que tiene con su hijo .
Es entonces que se quedan mudos y se les quita lo crítico, es estar brincando de un lado al otro de la cerca según más convenga, en el momento en que si hay que ser sociedad, y de repente cuando se les antoja ser gobierno.
En el año 1998, se hablaba de un “ horaciato”, hubo funcionarios que cuando el ex gobernador Sánchez Unzueta visitaba San Luis Potosí,. Iban a cuadrárseles y presentarle sus respetos a pesar de que el gobernador era Fernando Silva Nieto, quien heredó prácticamente todo el gabinete a falta de estructura y de equipo… ¿olvidará el ex gobernador Horacio que vive en otro tiempo ya? O ¿creé que las puede todavía?
HASTA LA PROXIMA…
