VILLAR Y SU CIRCUNSTANCIA

Sin daños graves a la UASLP que lamentar, el rector de nuestra máxima institución Manuel Fermín Villar Rubio rendirá este día su primer informe anual de actividades, para su fortuna, lejos de cuestionamientos o fallas en el desempeño del cargo y, hasta ahora, sin dar visos de pretender hacer uso de su posición para intentar dar el salto a un puesto de elección o colocarse dentro de la administración pública.

Quizá lo más importante de las cuentas que rendirá el rector de su primer año de trabajo como encargado de las riendas de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí es el hecho de que la UASLP guarda un clima de tranquilidad más que aceptable así como que la ha mantenido lejos de los intereses políticos que han pretendido permearla a lo que no ha colaborado con intenciones o autopromociones para ser tomado en cuenta por los partidos para los repartos de candidaturas como lo han hecho la mayoría de los que lo antecedieron en el cargo.

Otro aspecto que no parece ser una carga para el rector será lo referente a la transparencia en el manejo del presupuesto universitario pues, salvo una que otra precisión relacionada con repartos discrecionales de bonos no parece tener en el horizonte inmediato no se sabe que tenga pendientes preocupantes por aclarar.

En el renglón institucional el rector ha llevado la nave por aguas tranquilas toda vez que sus relaciones con los poderes estatales son cordiales y respetuosas pues con el gobernador Juan Manuel Carreras López ha venido trabajando de común acuerdo lo mismo que con el Legislativo pese al penoso incidente aquel de cuando cambiaron la decisión de entregarle la presea “Plan de San Luis” de última hora del que salió sin raspaduras al solicitar él mismo que se entregara a otra persona.

Incluso, cuando entró como relevo de Mario García en la rectoría evitó caer en la socorrida práctica de echar la culpa de todos los males que encontró al que se fue con lo que generó una transición mesurada además de que honró así la lealtad al que le heredó la silla de la principal oficina del edificio central.

En lo que toca a la vida cotidiana de la UASLP aún y cuando todavía pululan por ahí algunos reumáticos y viejos ex líderes estudiantiles buscando influenciar en el manejo de los grupos universitarios cuentan con poco margen de maniobra toda vez que tienen vedado el paso a los recursos económicos de la institución y la mayoría de ellos ya comen con manteca merced a un espacio en las nóminas oficiales o a su habilidad para hacer negocios personales lo que hace que la Universidad esté limpia de los nefastos “porros” que durante décadas estuvieron pegados a la ubre universitaria en un escenario que puede permitir á Villar Rubio parafrasear a Ortega y Gasset con aquello de: “ yo soy yo y mi circunstancia” sin crisis que lo agobien o pongan en riesgo la tranquilidad que respira nuestra máxima institución.

CABOS SUELTOS

Todo parece indicar que el diputado Alejandro Segovia se dejará “convencer” por sus compañeros de que deje en paz el asunto de la solicitud de licencia para separarse del cargo pues ya se estaba viendo como el chaparrito aquel en pleito con un alto fortachón que voltea para todos lados gritando “agárrenme porque lo mato” en una decisión que parece denotar la mano izquierda del líder de la fracción tricolor Fernando Chávez Méndez para mantener cohesionado y sin desbalagados el grupo.