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Donald Trump ¿La peor Pesadilla de México?

Leopoldo Pacheco | 29/03/2017 | 01:21

Yo, al momento de estar escribiendo estas líneas, amigo lector, también me planteo la pregunta a fin de desarrollar una reflexión basada en los últimos meses que iniciaron un escenario completamente diferente a los últimos 50 años, de la relación entre México y los Estados Unidos.
 
Más allá de plantear escenarios apocalípticos, sí es importante establecer que la demagogia, el populismo exacerbado, son factores que establecen peligrosamente tendencias sociales, pánico, zozobra y cualquier clase de especulación con respecto a un futuro que está planteando en mucho más incertidumbres que certezas, con respecto a lo que tendremos que sortear como país. Las condiciones que quieren plantear nuestros vecinos del norte; y si esto también se define como una oportunidad para salir de una zona de confort y que la política internacional de nuestro país se vuelva más aventurera, para dejar de estar del lado angosto del embudo, como lo hemos estado haciendo con respecto a Norteamérica, y que ha sido el cuento que les ha vendido el presidente Trump a sus coterráneos, para ganar la elección.
 
Escuchando un mensaje del senador de la República Teófilo Torres Corzo, a un importante sector empresarial y educativo de San Luis Potosí, me llamó poderosamente la atención el punto que trató al respecto de la malograda inversión de Ford Motor Company que no se concretó, mucho se asegura por la presión ejercida por el presidente Donald Trump. Sin embargo el punto que se infiere en este tema, no es precisamente lo que se ha estado diciendo en repetidas ocasiones, en el que se acepta la condición de quedarnos como “novia vestida y alborotada” y el de que ya “llegarán otros”. Por el contrario, que tal si mejor invertimos e impulsamos a nuestros propios empresarios, a nuestros propios emprendedores, a los propios mexicanos y si no es necesariamente con recursos económicos, si con incentivos fiscales a fin de motivar que el nacimiento de nuevas empresas tengan la salvedad de salir adelante con la holgura que significaría no pagar impuestos a cambio de generar oportunidades de empleo y desarrollo para muchos mexicanos.
 
En este espacio, como en otros muchos que han planteado de cara a lo que podría ser la renegociación del Tratado de Libre Comercio, debe quedar muy clara una sola cosa: La política de intercambio comercial que pretende el gobierno republicano de Donald Trump, es de completa aniquilación, es disminuir del ochenta actualmente, al cero por ciento este intercambio desde su inicio y volver a comenzar. Esto significaría una recesión económica del país e niveles inusitados, su completa quiebra; donde la pobreza y el desempleo se convertirían en la factura más grande que tendríamos que pagar por nuestros años de codependencia casi exclusiva con los Estados Unidos.
 
Pero también sin duda, la mejor manera de plantear otro tipo de salidas, hacia nuevos socios y ¿por qué no? nuevos horizontes en materia de auto empleo: para muchos expertos en la materia, el endurecimiento de las políticas migratorias y comerciales, de los Estados Unidos liderados por Trump, en lo que nos atañe, pueden significar el cambio que debemos generar como país, a fin de creer más en nosotros mismos y menos en lo que nos llega desde afuera. No tendríamos ni siquiera la necesidad del desgaste que la propia administración de Donald Trump tendrá que asumir con sus propios ciudadanos y de lo cual, ya se está dando cuenta, por ello está dando marcha atrás a algunas medidas radicales que planteaba desde su campaña, como lo era todo aquello que pudiera significar el legado del ex presidente Barack Obama.
 
Lo bueno de Trump para México es que rompió la versión oficial de que la relación de nuestro país con EU es excelente; no lo ha sido y menos lo será después de la construcción del muro en el 2018. Ojalá y este trance sirviera para apartar a México de la ortodoxia neoliberal asumida desde el gobierno de Carlos Salinas; y para que se diseñaran políticas genuinas, propias.
 
En México se debe reconocer que hay un nuevo orden global. "80% de las exportaciones de México son para Estados Unidos y eso nos tuvo demasiado cómodos", asegura el premio nobel de economía Joseph Stiglitz al hacer una reflexión de los escenarios que hoy enfrentamos con la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos. Pero, según Stiglitz ahora que las cosas no son tan sencillas, México debe cambiar su estrategia económica y diversificarse.
 
Aseguró que México debería de voltear a ver a sus vecinos del sur en América Latina, a Europa, a algunos países africanos en desarrollo y especialmente a China, la economía más grande actualmente.
 
Eso tal vez nos tenga que convertir en un “ratoncito” mucho más agresivo que el “hámster” con el cual estaban acostumbrados a jugar los gringos.
 
HASTA LA PROXIMA!!