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En puerta, nuevos protagonistas en la novela “el Cisma del PAN”

Armando Limón Hernández | 12/03/2017 | 01:16

Sin duda el conflicto interno que protagonizaron las distintas facciones del Partido Acción Nacional en busca de la coordinación del grupo parlamentario de su partido en el Congreso del Estado y por ende en la presidencia de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) fue tan sólo el inicio de que lo se viene en busca del reacomodamiento de las principales piezas que estarán buscando espacios en las próximas contiendas electorales del 2018.
 
La llegada del legislador panista Enrique Flores a la presidencia de la Jucopo, podría representar el segundo raund ganado en los intentos que ha desarrollado su dirigente Xavier Azuara, por despojarlo de la coordinación, aunque ello no significa que haya concluido la pelea. Posiblemente la moneda está en el aire, pues será cuestión de días cuando se dé a conocer los procedimientos que se podrían instaurar en contra de las ovejas negras Kike Flores y Héctor Mendizábal, para someterlos a las instancias del partido con el fin de sancionarlos y ¿por qué no pensarlo? hasta en expulsarlos.
 
El enfrentamiento entre legisladores panistas y la dirigencia estatal seguramente no requerirá de la intromisión de otros partidos políticos para dañar su imagen, pues esta resultará muy raspada después de los desaguisados que se han observado en los últimos días y donde incluso de manera por demás cobarde se utilizaron prácticas “vandálicas” para atacar a su propia correligionaria, la diputada Xitlálic Sánchez Servín, al realizar pintas en la fachada del PAN estatal, que por cierto permanecieron más de la cuenta sin que pudieran ser borradas, tal vez por falta de recursos para la compra de pintura, o hay quienes aseguran que esto formaba parte de un “autoatentado”, pero en fin, la respuesta la tendrá el supuesto encapuchado vengador que aparece en las cámaras de videovigilancia como responsable de las pintas.
 
Tomando en cuenta que el objetivo del grupo de Xavier Azuara es colocar a gente de sus confianzas en las posiciones de poder, es evidente que al someter a Kike Flores a las comisiones internas de legalidad su pronóstico será adverso, lo cual seguramente lo obligará a recurrir a los tribunales o en todo caso, se podrá esperar el manotazo desde la dirigencia nacional del PAN, para generar una resolución al respecto.
 
Aunque hay que insistir en que la novela denominada “El Cisma del PAN” tendrá más capítulos, pues seguramente se espera la reaparición de otros protagonistas con un elenco innovador que sólo está en espera de aprovechar las coyunturas para entrar en escena; y en un afán de adelantarnos, podríamos mencionar al senador Octavio Pedroza, al ex gobernador Marcelo de los Santos, la diputada Ángeles Rodríguez, mientras que por otro lado, no podemos perder de vista al ex diputado Juan Pablo Escobar, la senadora Sonia Mendoza y otros finos panistas que han hecho de su partido un verdadero botín.
 
Hay quienes aseguran que verdadero meollo del asunto es el reciente fracaso que se tuvo en el proceso de refrendó de la militancia panista en San Luis Potosí, lo cual se buscará subsanar mediante una ampliación de los tiempos para buscar alcanzar sus objetivo, aunque para ello seguramente vendrá la línea desde el propio CEN del PAN.
 
Por otro lado y como era de esperase, una vez más quedó evidenciada la intromisión y manipulación de los partidos políticos en los procesos internos para renovar las 18 consejerías de alumnos de las diferentes facultades de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) para el periodo 2017-2019, donde en todo momento se buscó obtener espacios con fines electorales a futuro sin importarles la “autonomía” de la máxima casa de estudios.
 
A pesar de que el propio rector Manuel Fermín Villar Rubio pretenda minimizar esta intromisión, podemos asegurar que fue muy clara la participación de distintos partidos políticos a través del ofrecimiento de prebendas y apoyo directo a sus gallos, pues sólo basta analizar a cada uno de los estudiantes que obtuvieron las consejerías y, como se dijera en el argot político, “no hay peor ciego que el que no quiere ver”.
 
Cuenta la leyenda que en Palacio Grande las recientes declaraciones del titular de la Seduvop, Leopoldo Stevens Amaro, en torno a la factibilidad de construir un segundo piso en el bulevar del Río Santiago provocó un gran malestar al equipo y operadores cercanos del gobernador Carreras, pues resulta que el desarrollo de este proyecto sería dado a conocer por el propio mandatario y no por su subordinado. Y aunque esta obra estaba calificada en un posible proyecto, se pensaría que de concretarse sería como una gran cereza en el pastel de la administración, pues vendría a resolver la problemática de viabilidad en la zona metropolitana y, contrario a lo que se diga, de que representa votos, sí que los representaría.
 
Por último, quien de plano anda con los ánimos por los “sueldos” perdón por los suelos, es el diputado Jesús Cardona Mireles, luego de que fue expulsado de las filas de Morena, pues resulta que este domingo buscará convencer al líder vitalicio de Morena, Andrés Manuel López Obrador, durante su visita a tierras potosinas, de que el proceso de expulsión en su contra es parte de un “complog”, aunque de no convencerlo para que se reconsidere su situación, esto podría generar que al menos en el Congreso del Estado se convierta en el primer diputado independiente de esta legislatura, lo que significaría que estuviera fuera de la Junta de Coordinación Política y aún más, fuera de los beneficios que se entregan a cada uno de los coordinadores de cada fracción parlamentaria.