Jueves 25 de Abril de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.

La política no debe ser negocio

Jaime Chalita Zarur | 22/02/2017 | 01:48

En muchas ocaciones nos hemos quejado de lo abultado de la nómina de los gobiernos, lo que constituye comodidades para quienes ganan los sueldos que en ese sector se pagan, tanto para empleados de confianza que, cobran y se liquidan como los trabajadores que están sindicalizados, pero de estos últimos, en sus "conquistas" laborales muy respetables si fueran en benéfico de sus agremiados, lo cual  no lo sabemos pues los sindicatos burocráticos del gobierno, de cualquier nivel, se niegan a la transparencia y rendición de cuentas, alegando su independencia
 
pero muy apegados a los recursos públicos que son de todos. 
 
Los aparatos burocráticos, de todos los niveles, han sido  un gran peso para la ciudadanía que paga para que se le sirva pero que, sin embargo, no lo hacen, por el contrario, les pesa servir, pues su hora del café tempranero y del panecillo para agarrar fuerzas, es primero que nada, y luego disque servir a las demandas del público. Algunos se distinguirán, muy pocos por cierto, por realmente interesarse por la gente.
 
Así, en torno al sufrir de cada día, con noticias muy violentas, de perdías de vidas y miedo de sentirse libre en este nuestro San Luis Potosí, se siguen desperdiciando los recursos que, siempre son escasos en las palabras de quienes administran pero que por supuesto nunca faltan para pagar sueldos, que además se encuentran en un presupuesto que en su inmensa mayoria, son para eso: sueldos y que, están ya etiquetados, es decir, se tienen que pagar a los trabajadores y no quedarse con los descuentos que luego se hacen en los sueldos que, de paso son irrenunciables según dice la constitución de nuestro Estado. Aun así, existen quienes se quedan con el producto del trabajo de otros.
 
No acaba el Municipio de nuestra Capital, de anunciar la conformación del Consejo de Seguridad Metropolitana, cuando nos enteramos de las FRIM (Fuerzas de Reacción Inmediata Mixta), es decir al paso que vamos, estaremos llenos de corporaciones policiacas, pero muy mal atendías. Un policía para que cuide a otro y, otro para que cuide al anterior. 
 
Si trata de sanear y limpiar la casa, nada se resuelve aumentando el número de personas y, no su calidad y preparación, capacitación, patrullas en buen estado, equipamiento, y viendo por la superación de quienes nos cuidan. Buenos sueldos, seguridad social, atención a sus esposas e hijos, que sientan ellos que importan para nosotros y que respetamos su dignidad. Al final, ¿de quién tendremos que cuidarnos en el futuro? ¿De todos y de nadie? Refundar nuestra colectividad en su comportamiento es fundamental, claridad, en nuestra relación social es impostergable.
 
El ritmo de aumento de la burocracia es impresionante y hasta cierto punto electorero. La obligación, entre muchas,  de nuestras autoridades es promover a nuestra comunidad para vender, aumentar la formalidad y repartir la carga fiscal entre más personas, no la de aumentar sin piedad la burocracia. Tan siquiera viéramos resultados de tanta gente que gravita en torno a un sueldo público, sería un aliciente, no lo hay. 
 
Los mexicanos necesitamos ver nuestra riqueza en las familias, en todas, no sólo en algunas. Quitar la idea de ser un negocio la política es un grave reto que debe vencerse; provocar que la comida y vida digna llegue a los hogares es impostergable también, del obrero, del operario, del albañil, del profesor, de hombres y mujeres que, sostienen con mucho sacrificio sus hogares. No limosnas, no regalos, no periodos de tiempo para hacerlo, debería ser constante la preocupación por nuestra gente. 
 
Calles para la movilidad de la ciudad, servicios justos y, sin sobre precio. Muerte a la corrupción y su compañera inseparable, la impunidad, eso y más merecemos los mexicanos. Recordemos, todos, incluso los burócratas y sus sindicatos, vamos en la misma nave, no la hagan naufragar. 
 
Pero no es el todo, casi cuatro mil millones de pesos es la deuda hacendaría de nuestro Estado. ¿A donde se fueron esos dineros¿ ¿cuál es el rendimiento y que beneficios nos han traído es débito? ¿Y si no existe tal benéfico, donde están los responsables? Mucho dinero es el que no sabemos a donde fue, cada día se habla de cientos de millones de pesos sin un verdadero destino social. Litigarlo en las instituciones que para ello están, es exigible para ver resultados en contra de los impunes, quienes no hay duda pública de contubernios que nos dañan. 
 
 
 
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