Miércoles 24 de Abril de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.

¿Serán los diputados ocultos… o serás tú?

Leopoldo Pachecho | 01/02/2017 | 00:52

El aumento al precio del combustible, la circunstancia que refiere al salario de los legisladores, los asuntos que aún están pendientes en la revisión de las cuentas públicas, la adquisición de automóviles, entre otras cosas; han modificado ante manifestaciones en las calles, la conducta de los legisladores no solamente en el Congreso del Estado de San Luis Potosí, sino en otras entidades federativas, como es el caso de Mexicali o en Jalisco, donde decidieron hacer “mutis” o evadirse a como dé lugar de estos grupos de ciudadanos que están pidiendo respuestas, ante una inercia que se ha convertido en una verdadera bola de nieve. No significa que un representante local pueda arreglar lo del aumento a la gasolina, ni tampoco la escalada de precios que viene acompañada de esta situación. Se trata de una inconformidad ciudadana que se ha venido acumulando durante años y que en muchos casos busca un escape, por donde sea. Algo muy similar a una olla de presión en donde no se busca ya quién la deba sino quién la pague. Un factor que sin duda se ha convertido en la gota que derramó el vaso es el criterio con el que se aprueban salarios y a cuánto ascienden los mismos. No es ningún secreto que para sus líderes es el combustible ideal para exacerbar los ánimos de una población que no gana ni el salario mínimo profesional, aunque cuente con un empleo.
 
¿De qué hablamos cuando surge una circunstancia de esta naturaleza? Cuando la sesión del Congreso del Estado tiene que cambiarse de sede porque hay riesgo de que los manifestantes se metan y la interrumpan a gritos. Si esto ocurrió hace algunos días en el Congreso del Estado de San Luis Potosí por el hecho de que un grupo de personas que se autodenominan ciudadanos unidos y que se han empeñado en exigir a los legisladores cuentas sobre sus sueldos y otros asuntos que aún están pendientes, obligan al Poder Legislativo a reunirse, esa no se puede tomar como la señal más evidente de que no se tienen la capacidad para dialogar o hacer frente a los ciudadanos que así lo demanden, por el motivo que usted guste. Imagínese cuál será entonces el mensaje que se está enviando, sobre todo a otros “grupos” que con esto se pueden envalentonar y decidir “hoy no vamos a dejar que el Poder Legislativo sesione”. Sean o no las demandas legítimas, sean o no justas, sean o no intereses creados o clientelares. Lo que preocupa en este aspecto y podrá usted estar de acuerdo amigo lector, es la señal inequívoca de una fuerte falta da capacidad de negociación, donde es más conveniente huir que negociar.
 
Y esto se puede explicar de una manera más pragmática, en el sentido de que circunstancias sociales adversas se han vivido en toda administración, en cada una de las legislaturas, la diferencia consiste en las divisiones que se generan al interior de la diputación en turno. En este aspecto, cada fracción parlamentaria tiene su propia plataforma y sus bases para debatir los temas de la agenda según sea el caso; el problema es cuando por egos, rencores y venganzas personales, las propias fracciones en su interior están divididas. De ahí que no solo existan 4 o 5 grupos parlamentarios sino que se conviertan en 27 egos distintos a igual número de intereses, y eso sin duda puede constituir su más grande debilidad. ¿Se acuerda usted de los famosos “broncos” del Congreso del Estado? pues ello prácticamente ya no se oye. Yo podría decirle a usted que muchos diputados que sin reserva daban sus opiniones y puntos de vista sobre el trabajo en comisiones, han decidido mejor dejar en salas de espera a la prensa, o simplemente no detenerse a declarar nada. Actitudes que van cambiando de acuerdo a cómo sopla el viento.
 
Hablando de vientos de cambio, también se aproxima en fechas y días subsecuentes una serie de cambios, sobre todo en las delegaciones federales, todo esto congruente a que se han definido ya los presupuestos así como también las líneas de trabajo de lo que será este año 2017. Es por ello que se espera una serie de movimientos dentro de la administración estatal y también nuevas caras que serán los titulares de muchos de estos espacios, entre los cuales destacan la Sedesol y la Sedatu, ambas dependencias, el obligo y columna vertebral de la política social del gobierno federal, que deberán alcanzar los mismos objetivos con menos personal, menos gasolina y sobre todo, menos salario.
 
Por ahí decían que no importa tanto que se reduzca el sueldo de los funcionarios, cuando no queda claro a dónde va a parar dicho ahorro. Al contrario cuando una empresa está en crisis, no recorta sueldos, lo que hace es ya no generar nuevas plazas.
 
Usted y yo estaremos nuevamente expectantes ante un reciente anuncio de que no habrá incremento a la gasolina en febrero, esto por una circunstancia ligada, según los expertos, al incremento del precio del petróleo y a la recuperación de la moneda frente al dólar. Pero nuestra historia financiera aún dista mucho de alcanzar una ansiada estabilidad… Todo ello lamentablemente dependiendo muchas veces del Twitter.
 
HASTA LA PROXIMA