Durante la entrevista con Martha Debayle, el secretario de Desarrollo Económico, Gustavo Puente Orozco respondió a la pregunta que le hizo la conductora sobre que no se sentó a llorar por la decisión de los directivos de la automotriz Ford de cancelar la inversión de su planta en San Luis Potosí.
El titular de la Sedeco dejó en claro que fue una decisión difícil para el gobierno del Estado; y desde ese martes 3 de enero del presente año, cuando se dio a conocer la decisión de Ford, se pusieron a analizar lo que realmente es San Luis Potosí para los inversionistas, quienes deciden llegar aquí por muchas ventajas que ven en la entidad, como por ejemplo su ubicación geográfica, la paz laboral que se mantiene desde hace más de 10 años, así como la calidad de la mano de obra, entre otras más.
En esa entrevista dijo que aunque Ford se fue, se tienen concertadas 60 inversiones más de capital alemán, japonés, coreano, chino, finlandés y hasta americanas.
Hay tres inversiones importantes en puerta que se disputan el terreno de Ford en el WTC Industrial segunda sección, de las cuales son una de industria química, otra de electrodomésticos y una más de minería, así como el proyecto de un centro de distribución.
Y la verdad, bien lo dijo Martha Debayle, "no se sentó a llorar porque Ford se fue".
Lo cierto es que sí fue un duro golpe para los potosinos, pero era un proyecto que dejaba mucho qué desear, ya que para obtener una entrevista con los directivos era imposible, solo que coincidieran en alguno de los eventos de gobierno del Estado.
Y es que había muchas cosas de trasfondo, porque desde el anuncio de la misma no fue por medio de la Presidencia de la República como sucedió con BMW, no hubo evento del inicio de los trabajos de la preparación del terreno, ni mucho menos de la colocación de la primera piedra de la planta automotriz.
Las versiones eran que porque querían adelantarse a lo que pudiera ser del resultado de las elecciones presidenciales de Estados Unidos el pasado 8 de noviembre y realmente Ford perdió mucho más de lo que iba a ganar en San Luis Potosí, porque le resultaba más barato realizar su proyecto aquí que en Estados Unidos, ya que lo que iban a pagar aquí por 8 horas de jornada laboral, es lo que pagan en dos o tres horas en el país del norte.
Ford sabía muy bien que no podía sostener su proyecto de inversión de mil 600 millones de dólares porque el 2016 fue un año negativo para la automotriz americana.
El jueves pasado Ford dio a conocer las pérdidas económicas que tuvo, en el que se incluye que le costó 200 millones de dólares irse de San Luis Potosí.
Lo que reporta es una pérdida global de 783 millones de dólares, o 20 centavos de dólar por acción, en el cuarto trimestre de 2016, luego de un ajuste contable por 3 mil millones de dólares anunciado la semana pasada. Después de impuestos, el cargo por pago de pensiones le costó 2 mil millones de dólares a las ganancias netas de la compañía.
Ford pasó buena parte del 2016 en el centro de una tormenta política generada por su decisión de trasladar la producción de sus autos compactos Ford Focus a México, desde una fábrica situada en Wayne, cerca de Detroit.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante su campaña electoral criticó la estrategia de Ford y dijo que intentaría revertirla. Situación que finalmente logró. La automotriz dijo que abandonaba sus planes de instalar la planta en México y a su vez anunció que crearía 700 empleos en Michigan para producir autos eléctricos y automatizados.
Dicen que realmente Ford le hizo un favor a gobierno del Estado al irse, porque ya estamos en 2017; el próximo año empieza a operar BMW y el estrangulamiento vial de la carretera federal 57 es una realidad que viven miles de personas que laboran en las 600 empresas instaladas en la zona industrial y que también forman parte de los parques industriales Millenium, Tres Naciones, WTC y Logistik primera y segunda sección, por lo que ahora es momento de ponerse a trabajar en lo que se tiene pendiente, para realmente ofrecer mejores condiciones a las inversiones que están por concretarse.
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Hasta la próxima semana.
