Sábado 20 de Abril de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.
Filiberto Juárez Córdoba | 27/01/2017 | 02:12
HACE TIEMPO, el dueño de un canal de televisión, le dijo a un comentarista de radio y columnista de un periódico, “cuándo se viene a trabajar conmigo, voy a abrir un noticiero y lo quiero ahí”. Como el interpelado tenía cierta confianza con el empresario, le contestó: “Pues cuando pague bien”. Ya metidos en el juego de dime que te diré, le respondió, “le pago bien pero quiero exclusividad, me firma un contrato de exclusividad y le doy un buen salario”. “Me parece bien”, dijo entonces, “si, es buena la paga, le firmo el contrato que quiera y trabajo para usted”. Enseguida agregó sonriente, “pero antes quiero hacerle una advertencia, exclusividad no se la he dado ni a mi mujer, y eso que se lo prometí y firmé en un juzgado civil y luego se lo juré en un altar”. Parece que ahí quedó el trato o, al menos, la pretensión de la exclusividad. Eso significa que no siempre lo que se firma se cumple, menos cuando los firmantes son personajes de personalidad impulsiva y ocurrente, como Donald Trump, por ejemplo.
EL HECHO DE QUE, Trump, haya firmado la orden ejecutiva para que se construya el anunciado y polémico muro en la frontera con México, ha levantado diversas reacciones y preocupaciones, sin embargo hay que decir que ese asunto no es nuevo, en 1994, durante el gobierno de Bill Clinton, por el programa Operación Guardián, se inició la construcción de la llamada valla fronteriza. En 2006, en Estados Unidos, se aprobó construir más kilómetros de muro en los límites con México. Actualmente, en los más de 3 mil kilómetros de frontera, hay 1050 kilómetros de vallas y muros. Lo del muro entonces no es nuevo ni ha impedido la inmigración ilegal y el narcotráfico. El que se haya firmado la orden ejecutiva, entonces, no significa que se vaya a cumplir y si se cumple que va a ser sorpresa. Los muros se han estado construyendo de manera paulatina, como también el ingenio de quienes tienen necesidad de pasar a Estados Unidos, ha ido encontrando la forma de burlarlos.
CADA QUIEN TIENE derecho a cercar su propiedad, lo que no puede hacer es exigir que la barda la pague el vecino o los vecinos. Esa es la actitud ofensiva del presidente yanqui con México. Sostener que construirá un muro, anunciar que lo construirá y que México lo va a pagar. La postura del gobierno de México ha sido firme, México no va a pagar ningún muro. Así debe sostenerse y los mexicanos, dejando de lado discrepancias políticas, debemos apoyar al presidente. Enrique Peña Nieto debe tener respaldo popular, por su investidura como depositario del Poder Ejecutivo federal, para defender los intereses del país ante las pretensiones del jefe de gobierno de Estados Unidos. Eso lo entiende hasta Andrés Manuel López Obrador, son momentos en que se requiere la unidad nacional y debe darse. Ante el patrioterismo agresivo de Trump, que surja el patriotismo razonado pero enérgico de nuestro pueblo.
EL GOBERNADOR DEL ESTADO, Juan Manuel Carreras López, dijo que hay que reconocer la contribución de los migrantes para el desarrollo de San Luis Potosí y estar atentos para apoyarlos en cualquier circunstancia. Manifestó que “tenemos que establecer las bases para poder tener una relación que permita una adecuada defensa de los derechos humanos de los connacionales, esto incluye temas como las remesas y el libre tránsito de las personas”. Agregó que San Luis Potosí aprueba las acciones del gobierno federal para la protección de nuestros connacionales en Estados Unidos, y para fijar las reglas de una relación comercial que genere certidumbre para impulsar las inversiones en nuestro país. En la reunión de la Conferencia Nacional de Gobernadores, Carreras López, dará su respaldo a las decisiones que tome Enrique Peña Nieto ante los señalamientos de Donald Trump, de que si México no acepta pagar el muro, no tiene caso que se reúnan.
LAS COSAS PARECEN indicar que la reunión entre Peña Nieto y Trump no se realizará. El presidente mexicano ha dicho que de ninguna manera se pagará el muro, y Trump, que si México no acepta pagar, no tiene caso que se reúnan. Hay quienes dicen que si no se puede evitar la reunión, sea para que Peña sostenga con energía su negativa ante la terquedad de Trump. NOSOTROS DECIMOS:
Si nos quiere marcar los pasos
A pura punta de trumpadas,
Las reacciones obligadas,
¡Sean de duros peñascazos!
