Hace unos años Globalización se presentaba como la herramienta que le daría forma a la Economía en el futuro.
Las economías de los países más importantes y las cadenas de alianzas se dieron a la tarea de construir puentes y tratados con sus similares en todo el mundo, la Globalización se convertía en una realidad.
Sin embargo en los últimos 2 años hemos visto como la Globalización experimentó una revaloración, donde su crecimiento ocasionó conductas que generó problemas con el trato entre los países.
La Globalización de la economía tiene como principal objetivo la apertura de los mercados nacionales al libre comercio por medio de la fusión de empresas, la eliminación de empresas públicas con la figura de la privatización, la búsqueda de beneficios en conjunto con la aplicación de tratados de libre comercio, así como la desregulación financiera que facilitara los conceptos anteriores.
Pero las apuestas siempre traen un riesgo y algunos de los riegos que se corren al implantar estas políticas y acuerdos son la irresponsabilidad en las empresas multinacionales; el aumento de los desequilibrios económicos, sociales y territoriales; el descuido de los índices de desarrollo humano; y el aumento de la pobreza y la pérdida de factores que no se adapten a la competencia.
Ahora es que estos factores de riesgo hicieron mella en algunas economías y aliados de los países más fuertes del mundo, pero también a la inversa, como el caso de los Estados Unidos que reclaman que esta apertura afecta a sus trabajadores y a su economía social.
De igual manera en América como en Europa, la Globalización acompaña a los “giros de timón”, como en Inglaterra donde la mayoría decidió salir de la Unión Europea con el Brexit.
Tal vez la globalización olvidó el factor social y solo se enfocó en los económicos (el dinero), motivo por el cual se resienten los achaques de la resistencia del crecimiento de esta cultura de comunicar de mejor manera a los países entre sí.
La Globalización, en sentido amplio, es el proceso que vincula puentes entre los países en temas económicos, tecnológicos, sociales y culturales, facilitando su comunicación permanente.
Aún cuando se pensaría que las más beneficiadas serían las grandes economías, la Globalización no muestra que Países como Inglaterra abandonado la Unión Europea y los Estados Unidos saliendo del TTP (Tratado de Asociación Transpacífico) y pidiendo la renegociación del TLCAN (amenazando que de no darse ésta, saldría) también muestran sus “achaques” y reclamos ante la apertura que prometía un escenario donde todos ganarían.
Después de algunas buena y malas experiencias, casos de éxito y fracasos rotundos, los tratados comerciales producto de la Globalización deben ser replanteados para que los beneficios y el equilibrio de sus alcances sean equitativos a los interesados y a su resultado en la sociedad y su cultura, desde luego sus economías.
Correo: Jorgeearmendariz@gmail.com
Twitter: @Potosinos_slp
