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Miguel Ángel Guerrero | 04/01/2017 | 10:42

Necesariamente, muy lamentable y doloroso el trancazo que el presidente de los Estados Unidos Donald Trump le propinó a San Luis Potosí al presionar a la automotriz Ford para que cancelara el proyecto de abrir una planta armadora en territorio potosino pero, con todo y sus efectos adversos no tiene por qué verse como una tragedia de la que no puedan reponerse rápidamente los potosinos pues no es, la primera empresa que cancela sus planes de operar en SLP, ni, seguramente, será la última que lo haga.

Aunque el impacto de la cancelación sacudió por igual al gobierno y ciudadanos, no es, ni con mucho algo que colectivamente no se pueda superar como a excepción de Trump no hay motivo para buscar en la aldea culpables del hecho pues simplemente pudo más la presión del presidente de la nación más poderosa del orbe que el interés expansionista de la Ford y, por supuesto, ni en el mundo hace los beneficios o perjuicios que provocaría al estado y sus habitantes con su lance.

En este contexto, ciertamente que uno de los más directamente afectados es el gobernador Juan Manuel Carreras López pues la cancelación de la inversión viene a echarle por tierra una de las acciones que estaba llamada a ser de las mayormente emblemáticas de su gobierno aunque dispondrá del tiempo suficiente para reponerla a partir de las fortalezas del estado que gobierna para atraer inversiones extranjeras toda vez que apenas va por su segundo año de ejercicio y ya ha demostrado habilidades en eso de jalar inversiones extranjeras.

Asimismo, la propia firma automotriz ya blindó a JMCL contra cualquier intento de aprovechar la circunstancia para atacarlo en virtud de que junto con el anuncio de la cancelación dio a conocer que cubriría al gobierno estatal todos los gastos que haya hecho para facilitarle la apertura de su fallida nueva planta por lo que, en ese sentido está cubierto al no registrarse pérdidas económicas por el fracaso de un proyecto que no estuvo en sus manos evitar, como en su momento no se pudo detener a la Mazda y la Nissan cuando también decidieron no abrir sus plantas en San Luis Potosí lo que causó polémica y ruido mediático, pero, en lo que hace a los potosinos, aquí seguimos y en torno al asunto de la Ford no queda más que darle vuelta a la página y a otra cosa mariposa; con esa cancelación no se acaba el mundo y SLP está muy por encima de un tropiezo de ese tipo y toca a Carreras poner la muestra de que así es echándose pa´ lante porque no hay de otra.

CABOS SUELTOS

En otra órbita el tema ha dado para que los dizque analistas de los fenómenos financieros se den vuelo en las redes sociales teorizando sobre las causas que llevaron a Trump a presionar a la Ford para que no invirtiera aquí…Funcionarios de la seduvop aseguran que tras los despidos de un grupo de empleados está la mano de Carlos Fonseca autoproclamado como el único con derecho de picaporte para hablar al oído del titular Leopoldo Stevens lo que aprovechó para grillar a algunos que no plegaban a sus intereses.