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Punto de vista

Lupillo González | 16/12/2016 | 00:33

El pasado 9 de diciembre se llevó a cabo el Día Mundial contra la corrupción y la Organización de Naciones Unidas explica que esta, socava las instituciones democráticas al distorsionar los procesos electorales, pervertir el imperio de la ley y crear atolladeros burocráticos, cuya única razón de ser es la de solicitar sobornos.
 
La corrupción es un delito grave que frena el desarrollo económico y social en todas las sociedades. Por su cuenta los Salinas, Los Fox, Los Calderón, Los Peña, Los Montiel, Los Videgaray, Los Moreira, Los Toranzo por solo citar algunos, celebran con bombo y platillo que existe la impunidad. Ningún país, región o comunidad es inmune lamentablemente y nuestro país en lugar de combatirla la ha alimentado tanto que ha crecido al grado de que México ocupa el lugar 13 a nivel mundial de los países más corruptos.
 
A pesar de que México está dentro de las primeras 20 economías del mundo, se encuentra también en la deshonrosa lista de los 20 países con servidores públicos más corruptos. Tiene una calificación de 35 sobre 100 puntos posibles en el Índice de Percepción de la Corrupción y se encuentra en la posición 98 de 168 países, según este índice de Transparencia Internacional. Tenemos un grave problema llamado corrupción pero a su vez tenemos otro de iguales dimensiones que es la impunidad. La impunidad alimenta la corrupción, ya que un claro ejemplo de esto, es lo que se vive con la clase política de este país.
 
Tenemos presidentes, senadores, diputados, gobernadores, alcaldes y funcionarios que se roban millones de pesos del erario y quedan sin castigo, esto propicia y genera que los demás lo hagan, la impunidad es una abierta invitación para llevarse los recursos públicos sin consecuencias. México es el segundo país de 59 con mayor índice de impunidad, según el Índice Global de Impunidad (IGI), elaborado por la de la Universidad de las Américas Puebla (UdlaP) y Consejo Ciudadano de Seguridad y Justicia de Puebla (CCSJ).
 
La impunidad además de encender y promover la corrupción está alentada la delincuencia, ya que esta se ha incrementado bastante porque quién decide realizar este tipo de actos sabe que la inmensa mayoría no son castigados. En México los políticos pueden enriquecerse de manera monumental solapados por las Auditorías y Contralorías a modo que son impuestas desde la cúpula.
 
Mientras vemos como en otros países varios presidentes han caído por actos de corrupción, aquí no pasa nada, basta recordar como Peña Nieto y Luis Videgaray salieron exonerados del escandaloso caso de la Casa Blanca por su empleado Virgilio Andrade que se desempeñaba como Secretario de la Función Pública, majestuosa obra de teatro montada desde Los Pinos. Entonces para que la corrupción pueda ser combatida debe detenerse la impunidad.