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Como consecuencia de las contradicciones surgidas entre las autoridades a principios del pasado mes de octubre por el número de desaparecidas registradas se empezó a comentar la posibilidad de establecer la Alerta Alba consistente en un amplio protocolo de búsqueda de mujeres reportadas como desaparecidas lo que, por razones inexplicables, se ha venido postergando,  y que ya al confirmarse la muerte de la joven universitaria Viviana Elizabeth Vázquez hace dolorosamente lamentable pues la desaparición de la estudiante de la UASLP desde el pasado viernes y reportada como desaparecida a las autoridades la tarde-noche del domingo para luego encontrar su cuerpo sin vida con presuntas huellas de haber sido ultimada, o como consecuencia de un balazo en la cabeza o a golpes en una noria de una vieja hacienda de Ahualulco luego de una intensa búsqueda de familiares y amigos.

Como apuntamos, a principios del pasado mes de octubre por la inquietud generalizada a raíz del número de desaparecidas que se registraban funcionarios estatales relacionados con el área de seguridad declararon públicamente sobre la posibilidad de instaurar aquí esa mencionada alerta Alba dirigida exclusivamente a la localización de mujeres desaparecidas que empezó a aplicarse en Ciudad Juárez hace 20 años pero, desafortunadamente las declaraciones no pasaron de una buena intención toda vez que en los días siguientes el tema ya no se volvió a tocar pero que estos días cobra vigencia por la muerte de Viviana.

Extraña que se haya dejado correr el tiempo sin hacer algo concreto para tomar esa medida que bien puede contribuir a frenar los feminicidios pues su implementación básicamente se finca  en la coordinación de esfuerzos de las corporaciones y de la conjunción de información que pueden proporcionar los involucrados en la búsqueda de una eventual desaparecida, como lo apuntamos el pasado 12 de octubre en este espacio al explicar la mecánica a seguir, que es la siguiente:

“ La Alerta Alba consiste en un protocolo de búsqueda de mujeres dividido en tres fases que vale tener en cuenta.

La primera establece que ante la detección de un caso de una mujer desaparecida, alertar al mismo tiempo a  todas las dependencias involucradas en el tema para que actúen de manera coordinada y su nombre proviene de las madres y activistas de Ciudad Juárez que llegaban al amanecer a las paradas de autobuses para alertar a la gente que llegaba sobre los secuestros de adolescentes que cotidianamente se registraban en ese punto fronterizo.

El paso siguiente es presentar la denuncia correspondiente y poner en alerta a las corporaciones municipales, estatales, nacionales y aún internacionales de ser posible a las ONGs medios de comunicación, hospitales, amigos y escuelas y, para prevenir, hasta al SEMEFO

En la segunda fase, cada parte debe rendir informes de sus resultados al ministerio público en 12 y 24 horas de sus tareas asignadas por acuerdos previos.

Si la denunciada como desaparecida no ha sido localizada, entonces se pasa a la tercera fase que consiste en iniciar la indagatoria a partir de la presunción de un delito, lo que sería la última opción esperada”.

Todavía se está a tiempo de tomar la medida antes de que vuelva a suceder otra tragedia que nos la recuerde.