El “Sueño Americano”, esa premisa que hiciera el historiador James Truslow Adams en 1931, que se refería a la prosperidad que depende de las habilidades y el trabajo individual, en un lugar (los Estados Unidos) donde la igualdad de oportunidades y libertad permite que todos los habitantes logren sus objetivos con su esfuerzo y determinación.
En México y Latinoamérica, durante muchas décadas el “sueño americano” surge de la necesidad de mejorar las condiciones de vida de nuestros compatriotas (o migrantes del Continente) que se ven en la necesidad de viajar a los Estados Unidos de manera legal o ilegal buscando con esto mejorar las condiciones de vida propias y de sus familiares, que en su país de origen no les es posible, para buscar este sueño que en otro.
Este pensamiento y reflexión llevó a millones de migrantes de todo el mundo a trasladarse y vivir a los Estados Unidos para construir su futuro y ser hogar de sus familias, un país que se compone de todas las razas y que incluso en el año 2009 eligió un presidente afroamericano.
Un presidente que llegó a dirigir el país más poderoso del mundo con la apertura, generosidad, tolerancia y pluralidad, misma que toda una nación le ofreció al abrirle las puertas de la Casa Blanca.
Hoy que las noticias al ver los resultados de la elección para Presidente de los Estados Unidos de América, donde contra los pronósticos de la “cantada” victoria de la candidata demócrata Hillary Diane Rodhman Clinton, quien sería apoyada por el voto de mujeres, afroamericanos, latinos, jóvenes que apoyan a minorías sexuales y religiosas y de los “ciudadanos informados” que confían en el sistema político norteamericano, encontramos que el vencedor es el candidato republicano Donald John Trump, quien con un discurso basado en la violencia, racismo, misoginia, ignorancia, odio, intolerancia y nacionalismo logró convencer a la mayoría del electorado (en amplia ventaja).
La versión hoy del “American Dream” se actualiza con la propia decisión de los norteamericanos, que ya no desean ser el generoso espacio de convivencia global, receptores de todas las razas e historias de vida que parten de su origen para escribir su historia en otro país.
La intención de salida del Reino Unido, de la Unión Europea (Brexit) y el resultado de las votaciones del día de ayer en los Estados Unidos, nos hacen pensar que el Sueño de los Norteamericanos al igual que el de los Ingleses, es redefinir cuál es su sueño, el Sueño Americano o el American Dream, y para quién es. Irónicamente estos 2 países que son el resultado de la diversidad de nacionalidades producto de la migración, pareciera que desean hacer un cambio y volver a la conservadora manera de NRDA para volver a ser Naciones “exclusivas”, fuertes y poderosas.
El sueño americano ya no será para todos, al menos como lo era antes.
La Historia Romántica del País que elige a un candidato Afroamericano y que abre las puertas al mundo para ser construido con la diversidad y razas, llego a su fin.
La mayoría de los norteamericanos tienen un sueño y no es el de Martin Luther King, sino el “American Dream” del país poderoso que solía ser antes, el que transmitía miedo, fuerza violenta y nacionalismo, tal como trasmite el triunfador de la elección, el Hijo de Migrantes, Donald Trump.
Los mismos constructores del Sueño Americano, que llegaron a darle forma a una Nación,hoy construyen el nuevo “American Dream”.
Para mí es un gusto coincidir
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