Pedro Félix Gutiérrez Turrubiartes. | 15/09/2016 | 00:52
En el tercer milenio de la era cristiana, se diluyen las sombras y continúan los ritos y las tradiciones en diversos países y etnias.
Por 1325 Tenochtitlan tenía más o menos alrededor de 60mil habitantes. Eran los jefes de este sitio de entonces. Los aztecas. Olmecas, Toltecas, mayitas y otros, ya fuera por subordinación o alianzas estaban integrados militarmente al imperio de Anáhuac.
Por esos años la dinastía Ming expulsaba a los mongoles de China, Marco Polo viajaba por este oriente trayendo a lo que ahora es Europa, la pólvora y la seda. Dante Alhiegri empezaba a escribir “La divina comedia”.
En 1519 llegaba Cortez a Veracruz, se iniciaba una nueva raza con el mestizaje se fundaba la Nueva España y llegaron con la cruz las ordenes monásticas entre ellas los jesuitas en 1572.
Por esos años a fines del “400” Leonardo Da Vinci, terminaba el cuadro de la última cena, Maquiavelo escribía “El príncipe” y Martín Lutero había iniciado las reformas protestantes a la iglesia.
Aún no éramos país, para 1730-40 había una terrible peste y muchos muertos y luego por los setentas de este siglo expulsan a los jesuitas de toda la nueva España. Se divide el territorio en intendencias, la de San Luis Como sede llegaba lo que hoy es Texas.
Mozart y Beethoven nacen en estos años y se produce la primera guerra de independencia de América en los Estados Unidos. Adam Smith, publica “La riqueza de las naciones”-los inicios del capitalismo-. Cae “La bastilla” con la revolución francesa, y se inicia la tesis: “Libertad, igualdad, fraternidad”.
En 1810, Miguel Hidalgo Y Costilla, sacerdote jesuita, inicia la guerra de independencia, en un mes como este Septiembre. Como cinco años después Napoleón encuentra su Waterloo en Bélgica.
Retomo una tesis de arte del Dr. Jesús Fonseca quien en reunión de academia y publicado en la revista militar armas que “Sigue causando hartazgo imaginar a los próceres como campeones inquebrantables en todos los momentos de su vida, cómo si la psicología de una persona no variara de hora y condición y lugar en dónde se encuentre”.
Quién la regó –con la visión que ahora tenemos-los mexicanos de Hidalgo, fue Maximiliano, quién ordeno se pintaran retratos de estos próceres a artistas extranjeros, formados en el halago y la academia europea. Así nació la efigie que tenemos de Miguel Hidalgo y se perpetúo el error.
¿Cómo fue concebido Dr.,-preguntamos-?, pues como un anciano medio calvo, canoso, de bellas facciones, rostro amable, con una bandera en la mano y la otra agitando en alto, el viento le mueve un poco la sotana y se dejan ver sus botas.
“Con la revolución del siglo XX se perpetuo el error con los muralistas. Al ser pintado como “Prometeo” en la gloriosa alegoría del Hospicio Cabañas, por Orozco en Guadalajara.-Habrá que verlo- dijo, Santa, labios de listón y odontóloga de por estos lares.
Diego Rivera lo pone en el palacio “un paseo por la alameda” como “gachupin” de ultramarinos. Y Zalce en sus concepciones del palacio en Morelia, como un “guapo” rompe cadenas. Nori y su hermanita Imelda Judith, profesora reconocida una y Lic. En ciencias sociales la otra, así lo han visto ahí. Ambas Nicolaítas.
En este contextocabe reconocer la versión menos ficticia y manipulada de Hidalgo, con estados anímicos reveladores del conflicto de un verdadero prócer.
El resultado a la vista “Un rector de Universidad jesuita, de 57 años, con toda energía y vigor –bebía chocolate por las tardes- Doctor en teología, preparado en manejo de armas como cazador, ministro de culto, impregnado del siglo de la ilustración, padre de un hijo marginal, experto jugador de dados-ganaba a los arrieros de la época- discutidor y castigado por el clero de la época”.
Hoy en el siglo XXI, cuando la mazorca parece desgranarse y desangrarse, como quién parte una granada, cuándo la pobreza, el desdén, la abulia y el desamparo obscurecen el horizonte, en medio de tanto acontecimiento, hay que acercarse a la historia, para releer, reflexionar y accionar esperanzados en que hay más por construir y definir que por opacar y desdeñar los masculinos ejemplos.
En este mes también por 1847 cuando siete mil soldados de USA, fueron enfrentados por 800 mexicanos 50 de ellos cadetes menores de 20 años los bien llamados “niños héroes”, cuándo en otras partes del mundo en estos años Karl Marx publicaba “El capital” creando el concepto de la “lucha de clases” y se inventaba el teléfono por Graham Bell solo han pasado poca más o menos de doscientos años.
Apenas 16 años del tercer milenio de la era cristiana, con una población de más de cien millones de mexicanos, tan disminuida en su saber histórico, tan falseada por héroes de pacotilla, tan hecha de relaciones públicas, tan frágil, se impone recrear sus fortalezas. Su historia, su dignidad y soberanía sin medias tintas. No estamos solos.
En el libro la historia comparada de las Américas y sus procesos independentistas, la Dra. Patricia Galeana en edición del Senado de la república –por cierto gracias senador Torres Corzo- El Instituto Panamericano de geografía e historia, La UNAM,el Centro de investigaciones sobre América Latina y el Caribe nos ponen en las manos para repensar América en el siglo XXI.
Refrendar la identidad frente a “bravucones insulsos”, migrantes necesitados de la vieja Europa que llegaron a América a enriquecerse vendiendo hasta su nombre.
Pero sobre todo hundir la raíz aquí, en las diversas capas geológicas de nuestro territorio, de nuestra historia, de nuestra casa común. En un país aplastantemente mega diverso, con el cuerpo expuesto; llamado tierra de fuego y viento, de desiertos, llanuras y arrecifes, con bosques, costas, selvas, ciudades y campos.
Y lleno, lleno, lleno lleno, cada vez más de mexicanos.pfelix2000@hotmail.com
