A pesar de las expectativas que el organismo intermunicipal de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento (Interapas) había fincado en el programa Borrón y cuenta nueva, mediante el cual se condonaba el adeudo de los usuarios morosos a condición de mantener al corriente la cuenta de este 2016, el programa terminó con más pena que gloria alcanzando una recaudación que a duras penas arañó el 50 por ciento de lo pretendido.
Las cifras dadas a conocer por la administración municipal no pasan de ser cuentas alegres toda vez que fuentes extraoficiales confirman lo raquítico de la recaudación.
Pese a todo, el Interapas asegura que compró una perforadora y una grúa con los recursos recaudados durante el programa Borrón y cuenta nueva, situación que dada la opacidad con que se maneja y que todo mundo le solapa, no hay quién puede negar o corroborar ya que nadie puede tener la certeza de cuánto y en qué se ha gastado el dinero que ingresa en sus arcas.
CAOS, VERSIÓN SEPTIEMBRE...
A una semana del torrencial aguacero que convirtió la avenida Salvador Nava en un río de increíble turbulencia, un nuevo chaparrón se abatió sobre la capital potosina dejando nuevamente caos y daños por todos los rumbos de la ciudad.
Fue un aguacero en dos tiempos que bastó para volver a cerrar los bulevares Río Santiago y Río Españita así como todos los puentes, elevados y a desnivel, que se han construido en la ciudad.
Nuevamente el tráfico a vuelta de rueda, los accidentes, los peatones empapados tratando de subirse a alguna unidad del transporte público que se quisiera detener y desde luego, la notoria ausencia de los agentes de tránsito que moderaran las vías más complicadas, como el Distribuidor Vial Benito Juárez, la Avenida Salvador Nava, Himno Nacional, Avenida Universidad, en fin, las calles por las que principalmente se desplazan los potosinos obligadamente para poder llegar a sus destinos.
nuevamente también la comprobación inequívoca de que el sistema de drenaje ya es inoperante y ha sido rebasado no sólo por el volumen de agua usada por los potosinos, sino también por la que llega proveniente de las precipitaciones pluviales.
Nada como un buen aguacero para poner a prueba el sistema de drenaje y los ineficientes colectores que tanto han cacareado las administraciones municipales que los construyeron.
En fin, que ante el pronóstico de las autoridades de que continuarán las lluvias en el territorio potosino, tal vez este sería el momento de que Protección Civil del Estado sacara la lanchita que tiene almacenada sin oficio ni beneficio en un cuarto dentro de las instalaciones en que se localiza su dirección general. Bueno... es una sugerencia.
FRANCISCO JAVIER ROSALES HERNÁNDEZ
