Editorial

Ya lo había advertido Heladio Tristán en diciembre pasado: las fallas geológicas que atraviesan la capital potosina estaban en plena actividad y la más peligrosa por su ubicación, extensión y actividad era (y sigue siendo) la que se localiza en el fraccionamiento Aeropuerto.

Esta semana la autoridad municipal informó que se vieron obligados a evacuar a 20 familias de esa colonia porque sus viviendas ya representaban un serio peligro para su integridad física.

Aunque hay varias versiones sobre el origen de las grietas que hoy han dejado en la calle a 20 familias, en la que han coincidido con mayor frecuencia los especialistas que han estudiado esta problemática, refiere que se trata de las consecuencias de la sobre explotación de acuífero subterráneo.

Como sea, el ayuntamiento capitalino ha extendido cartas de afectación a los damnificados que así lo han solicitado y que buscarán recuperar de alguna manera, parte de su patrimonio.

Sin embargo es preciso señalar que no es poca cosa este problema ya que a falla Aeropuerto abarca las zonas del Fraccionamiento Aeropuerto-Colonia Los Reyitos; Iglesia de la Santa 

Cruz-Academia Estatal de Policía; Bulevar Río Santiago-Escuela Normal del Estado; y la Colonia División del Norte-Río Paisanos.

Pero además, y esto es lo más preocupante, hay otras fallas detectadas, éstas de nueva creación, que están en Muñoz, Carlo Magno, Damián Carmona, Parque Morales-Avenida de la Paz, Valle Dorado, Desarrollo del Pedregal, McDonal’s-Morales, Sauzalito, Hotel Real de Minas, Condominios Gaviota, Fraccionamiento San José de Buenavista (Soledad de Graciano Sánchez), Museo Regional Potosino, Museo de la Máscara, Templo del Espíritu Santo-Museo Federico Silva. Estas fallas geológicas afectan varias construcciones y/o calles aledañas.

Este sería un buen momento para que los habitantes de las colonias que se están viendo afectadas por estas fallas geológicas buscaran la asesoría de las autoridades para planear con tiempo su reubicación, antes de que la actividad de estas fallas obligue, como en esta ocasión, a una evacuación urgente para evitar una tragedia.

TALAMONTES, UNA EPIDEMIA

Plano Informativo acudió a la Sierra de Álvarez para constatar las condiciones en que se encuentra ese Parque Nacional y encontró que uno de los principales problemas que está aquejando a esta área protegida es la deforestación causada por el hombre.

La tala clandestina o para consumo familiar, que carece de un plan de recuperación, está erosionando gravemente este magnífico ecosistema y pone en riesgo el equilibrio ecológico del lugar.

No se trata sólo de que estén cortando alguno arbolitos. Se trata de una escalada de tala que deja grandes porciones de terreno completamente devastado.

Si bien es cierto que quienes viven en este parque nacional que es la Sierra de Álvarez tienen los permisos necesarios para usufructuar los recursos maderables, también es cierto que está a la vista la presencia de talamontes clandestinos que están saqueando la riqueza maderable de este bello pulmón potosino.

Hasta hoy, en la página web de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) no se tiene información sobre programas de recuperación de esta zona o de campañas contra la tala clandestina o inmoderada.

Ojalá que no sea tarde cuando se den cuenta de que las áreas naturales protegidas se deben proteger.

FRANCISCO JAVIER ROSALES HERNÁNDEZ