Editorial

La desconfianza que siente la población hacia las instituciones qes evidente y  se refleja en que  ni siquiera una cuarta parte de los delitos cometidos se denuncian y mucho menos se procesan. 96.5 por ciento de los potosinos que llegan a ser víctimas de algún tipo de delito prefieren no acudir ante la autoridad para presentar su querella.

Los delincuentes comunes cuentan con ello para organizarse y aporrear a la sociedad que, indefensa, sólo encuentra descanso publicando sus inconformidades en las redes sociales. Estas acciones tienen como resultado que cada vez menos potosinos acepten darle un voto de confianza a sus autoridades y al nuevo sistema de Justicia Penal Acusatorio que no podrá ser puesto a prueba a menos que haya denuncias.

Algo está fallando en los canales entre las autoridades y la sociedad, que sabemos que está resentida y desconfiada después de tantos años de impunidad, lo que lamentablemente nos está llevando a un círculo vicioso del que luego es más difícil salir ilesos.

Entre las alternativas podría estar, por ejemplo, que las autoridades decidieran monitorear las redes sociales para captar las denuncias que ahí se hacen, aunque no es lo ideal, en este momento parece una de las pocas vías para cambiar el rumbo del círculo vicioso y convertirlo en un círculo virtuoso que convenza a la sociedad de que la vocación de las instancias de procuración de justicia se está cumpliendo cabalmente y entonces sí, llamar a los ciudadanos afectados a que acudan a las instalaciones de las autoridades para presentar sus querellas.

Esto conlleva el riesgo de acostumbrar a los ciudadanos a que la autoridad acuda hasta su casa para preguntar si les ha pasado algo o si han sido víctimas de algún delito, pero frente a los niveles de impunidad avalados por la falta de denuncias, reiteramos, parece una de las vías que mejores resultados podrían dar.

La atención personalizada siempre es bien recibida y deja un buen sabor de boca a los receptores de tales atenciones, pero además ofrece la oportunidad a las autoridades, de conocer de primera mano, las condiciones en que se encuentran las víctimas, sea cual sea su estrato social.

CUIDEMOS A NUESTROS ANCIANOS ...

Hoy domingo se conmemora el Día del Adulto Mayor y en el marco de esta conmemoración se han dado a conocer cifras que deberían llevar vergüenza a muchos hogares en los que los adultos mayores están viviendo situaciones de maltrato que no debieran ocurrir en un país de tradiciones y valores, como este México nuestro, y mucho menos en San Luis Potosí, un pueblo orgulloso de sus raíces y su tradición.

Aunque una persona que llega a la tercera edad no debiera tener que padecer necesidad de continuar trabajando, la realidad es que debido a cuestiones de previsión personal así como a situaciones de injusticia como el despojo y el abandono, cada día son más los ancianos que están obligados a vivir de la mendicidad porque a su situación personal deberá agregarse la falta de oportunidades en las empresas locales para personas de esta edad.

No será una tarea fácil devolver la tranquilidad a las personas de la tercera edad, pero al menos podría intentarse una campaña masiva para obligar a la población joven a cuidar de sus mayores en lugar de dejarlos en la calle.

FRANCISCO JAVIER ROSALES HERNÁNDEZ