Editorial

En este mismo espacio hemos abordado recientemente la problemática de los encharcamientos e inundaciones que como consecuencia de las lluvias paralizan la capital potosina un día sí y otro también durante la temporada de lluvias.

No es ocioso mencionar que debido a la cantidad de obras que irresponsablemente se han puesto en marcha a pesar de conocer que estaba por empezar la temporada de lluvias, las consecuencias del aguacero que cayó este jueves sobre todas las zonas de la capital potosina no se dejaron esperar y los escurrimientos corrieron libres y a grandes velocidades por diferentes puntos de la ciudad, desde el Anillo Periférico Poniente, por la Avenida Chapultepec y Villa Magna, así como sobre avenida Salvador Nava y sus laterales y en el paso a desnivel de la Glorieta de la Familia, además de los bulevares Río Santiago y Río Españita.

La dirección general de Protección Civil del estado preveía que las compuertas de la presa San José podrían abrirse en los próximos días de seguir este tipo de lluvias , mientras que daban por hecho que los vertederos de la presa del Parque Tangamanga I serían abiertos debido a que este embalse se encontraba a su máxima capacidad.

Este ha sido uno de los peores encharcamientos de los últimos tiempos y hasta el Hospital Central Ignacio Morones Prieto fue víctima de de ellos, aunque por fortuna y debido a las más recientes modificaciones que se han hecho al inmueble, sólo la parte baja del edificio fue invadida por el agua.

PREVISIONES...

Esta noche las autoridades de Protección Civil, tanto estatal como municipales de San Luis Potosí y Soledad de Graciano Sánchez, mantienen un permanente monitoreo sobre todo en las márgenes de los ríos Santiago y Españita ante la real posibilidad de que el agua rebase los causes ordinarios.

Si bien es cierto que las principales presas de la región no están a su máxima capacidad, no se puede decir los mismo de las zonas naturales de escurrimiento y almacenamiento, que hoy por hoy son las que presentan mayores problemas para la población y sus autoridades.

El drama...

Las dramáticas escenas de una persona siendo arrastrada por la fuerte corriente que se presentó en la lateral de la Avenida Salvador Nava son testimonio claro y doloroso de las consecuencias de la pavimentación de las zonas naturales de escurrimientos. Por fortuna el incidente no terminó en tragedia gracias a los buenos oficios de cinco ciudadanos que, ante la desesperación de la víctima, decidieron arriesgarse para tratar de rescatarlo y lo hicieron justo a tiempo, cuando la víctima desfallecía ya, exhausto de luchar contra la fuerza del agua.

Ojalá que esta lección sea bien asimilada por las autoridades correspondientes y se ponga un pronto remedio, aunque sea provisional, porque la temporada de huracanes no va todavía a la mitad y se prevén al menos cuatro fenómenos de gran magnitud que podrían traer más agua a territorio potosino.

FRANCISCO JAVIER ROSALES HERNÁNDEZ