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Editorial

Plano Informativo | 19/08/2016 | 09:02

Los integrantes de la LXI Legislatura lograron engatusar a la población con la promesa de que desaparecerían los apoyos legislativos y que los diputados se quedarían sólo con la dieta (sueldo) que está establecida por ley.

Claro que a nadie se le ocurrió que los legisladores podrían querer mantener su nivel de ingresos a como diera lugar y que algunos de rubros no sólo no serían eliminados sino que se asimilarían a los salarios legislativos para compensar, según dijo el panista Enrique Flores, la obligación que ahora tendrán de pagar mayores impuestos.

Esto puede verse de dos formas: optimista o pesimista.

Optimista: los legisladores por fin se dieron cuenta de que la cantidad de tributos que han aprobado está ahorcando a los contribuyentes y por tanto podría existir la posibilidad de que decidieran eliminar algunos de los impuestos más onerosos.

Pesimista: los legisladores decidieron engañar al pueblo por partida doble y no sólo no desaparecerán los apoyos sino que los que no pudieron ser asimilados al salario serán disfrazados para seguir disfrutando de esos ingresos y además tener el pretexto legal para dejar de apoyar a todos los ciudadanos que, ante la magnitud de sus necesidades, acuden a sus representantes populares para solicitar ayuda.

Como sea, lo único cierto es que legalmente, desde este 15 de agosto los diputados locales están cobrando una dieta de 114 mil pesos mensuales.

LE TOCA TURNO A LAS PRESAS...

Los embalses de San Carlos y San Antonio, ubicados en la sierra de San Miguelito, hace mucho tiempo que se convirtieron en un peligro para la Zona Industrial y las empresas ahí instaladas, por lo que el anuncio de la Comisión Estatal del Agua (CEA) sobre su rehabilitación llega en inmejorable momento y ofrece seguridad a quienes usan o habitan esa zona de la capital potosina.

La inversión no será menor, alrededor de 190 millones de pesos serán destinados a las reparaciones que requiere la infraestructura de estas presas a las que hace décadas que nadie da mantenimiento más que preventivo.

Y es que cada temporada de lluvias, los empresarios que se encuentran establecidos en la Zona Industrial viven en la zozobra debido a la posibilidad de que finalmente las cortinas de estas presas cedan por fin ante la fuerza del agua y arrasen con el asentamiento fabril.

Ambos embalses se encuentran ya, según Jesús Medina Salazar, director del CEA, en la agenda de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) de 2017, así que se espera que en lo que resta del año se terminen los proyectos ejecutivos que puedan dar paso a la liberación de recursos para llevar a cabo las obras de mantenimiento que tanto urgen.

Existe además el proyecto para una tercera presa, a la que han llamado La Cantera, que también es una embalse para controlar avenidas, arroyos y escurrimientos de agua que llegan hasta el asentamiento fabril.

Toda esta infraestructura hidráulica tiene como objetivo proteger las inversiones y fuentes de empleo y dar seguridad a los empresarios, todo con el propósito de incentivar su permanencia en la entidad que contaría ya con la seguridad y protección del Estado ante los embates de la naturaleza.

FRANCISCO JAVIER ROSALES HERNÁNDEZ