Si hay un destino que todo mexicano (y seguramente un buen porcentaje de extrajeros) tiene en el corazón, ése es Acapulco.
Y es que ya sea porque fue ahí donde vieron el mar por primera vez, o porque ahí se han enamorado en alguna ocasión. A lo mejor, porque fue el primer viaje con los cuates de la escuela que, alentados por la noche hicieron el famoso “acapulcazo” (iniciar la fiesta en alguna ciudad cernana y acabarla en las playas doradas del puerto de Guerrero). O tal vez por que ahí se casaron o ahí fue su Luna de Miel...
En fin... razones por las que lo llevamos en el corazón o en el ADN, hay muchas, pero ¿qué Acapulco tiene usted en la mente?
Hace unos días tuve la fortuna de pasar unos días en ese maravilloso puerto y descubrí que hay muchas percepciones de él. Y van desde la de Melissa Lima, bloguera brasileña radicada en México, cuya referencia más reciente era de cuando el Chavo del 8 se fue de vacaciones a sus playas. O la de otros que aún tienen “fresco” el Acapulco de... ¿Mauricio Garcés?
Y es que no se puede ignorar el hecho de que estas playas han sido estrechamente vinculadas con el medio del espectáculo o directamente con algunos productos populares.
Por ejemplo, en este paraíso se casó Elizabeth Taylor; Elvis Presley era un asiduo visitante; las Reseñas Internacionales de Cine, en los 70, llenaron de glamour la Costera Miguel Alemán; no se puede olvidar la telenovela Tú o nadie, con Lucía Méndez y Andrés García, que en los 80 vivieron su romance en esas tierras y, que años más tarde, Paty Manterola hiciera su Acapulco, cuerpo y alma; Luis Miguel se apropió de Acapulco en los 90 inundando de leyendas de fiestas épicas que sucedían en sus yates y en sus casas. Por la misma época, Raúl Velasco, inició los Festivales Acapulco que llenaba de estrellas los hoteles de moda.
Recientemente, se retomó la magia del Cine, con el nuevo FICA (Festival Internacional de Cine de Acapulco). Además, Gossip Girl tuvo su versión mexicana que lamentablemente no pegó pero que mostraba unos escenarios imponentes.
La última referencia que tenemos es Acapulco Shore que, aunque polémico, muestra que si existe un lugar para llevar la fiesta al extremo, ése también es el puerto guerrerense...
Así que no importa qué imagen se forme en su cerebro al pensar en “Acapulco” pero seguramente ya es momento de actualizarla y descubrir lo bien que se está poniendo.
Acapulco es seguridad, exhuberancia pura, excelente servicio, clima de primera, hoteles de ensueño, comida y bebida de primer nivel... Ah pero ¡un momento!... si lo visita tenga cuidado... corre un fuerte riesgo: el riesgo de enamorarse y querer abandonarlo todo y quedarse de vacaciones permanentes en ese paraíso del Pacífico. •
@enriquesan
