Editorial

Saber que ni siquiera el 50 por ciento de las quejas presentadas por los usuarios ante la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) llegan a prosperar y que sólo 306 de las 933 querellas terminan en sanción, es la mejor forma de desalentar la cultura de denuncia.

Uno de los temas más sensibles para la población es el que se refiere al sistema de transporte urbano, que cada año es más caro y además se van acumulando los compromisos incumplidos por los permisionarios que con tal de que les concedan la autorización para elevar las tarifas, dicen que sí a todo lo que el gobierno les condicione, sin que haya de por medio un compromiso real que los obligue a cumplir con tales condiciones.

Información proporcionada por el titular de la SCT, Ramiro Robledo López, establece que hubo sanciones para 306 operadores y que 159 unidades fueron remitidas al corralón por la comisión de diversas faltas consideradas graves.

El problema no es que los hayan sancionado, sino que tal cifra es muy inferior al número de quejas presentadas ante esa dependencia, pero además, Robledo López no especificó cuáles con las faltas consideradas graves, es decir, que presentó un informe con cifras que no representan nada porque no responden ni las inconformidades ni las dudas de los usuarios.

Todos los ciudadanos que usan el transporte público saben bien que dista mucho de ser eficiente y que adolece de un sinfín de problemas.

No se detienen en las paradas oficiales (y menos en las no oficiales), se desplazan a exceso de velocidad, no respetan las tarifas establecidas, por mencionar sólo algunas de las deficiencias del transporte durante el día, porque en las corridas nocturnas, las cosas son aún peor.

No se detienen en las paradas aunque haya una docena de usuarios esperando por la unidad, y si es la última corrida del día, se paran porque no hay más remedio pero los arrancones y enfrenones son un alto precio por tomar el último camión del día.

Tal vez sería necesario llevar al secretario Robledo López a que se dé un baño de pueblo usando el transporte público. Sin ser muy severos, podría ir de Uresti a Morales en alguna de las unidades de la ruta 9 y volver en otra de la ruta 23, sólo para que sepa a lo que se enfrentan los habitantes de la capital potosina cada uno de los 365 días del año.

CONTROVERSIA…

El lamentable deceso de la joven Alondra en la carretera entre los municipios de Moctezuma y Villa de Arista ocurrido el 30 de mayo es uno de esos casos que no dejará contento a nadie ni aún después de la sentencia del juez de la causa.

Si bien la familia de la víctima ha salido a los medios de comunicación exigiendo que se castigue a los policías involucrados, generando así un clima hostil.

Se supone que el Nuevo Sistema de Justicia Penal Acusatorio evitaría los juicios mediáticos que pueden influir en la toma de decisiones del juez de la causa, sin embargo nadie quiere acatar las nuevas reglas y lejos de evitar los calificativos, éstos se han ido violentando cada vez más.

Habrá que preguntarle a los magistrados quién o quiénes son los encargados de velar por el cumplimiento irrestricto de la nueva ley, porque nadie está monitoreando los excesos.

FRANCISCO JAVIER ROSALES HERNÁNDEZ