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Miguel Ángel Guerrero | 24/07/2016 | 01:53

Desafortunadamente para los potosinos y en desdoro de la autoridad de varios de los últimos gobernadores que hemos tenido, han cargado con alguien que por su influencia en su toma de sus decisiones así como por su cercanía con los mismos se les consideró como “el poder tras el trono” lo que, además de irritar a los gobernados era causa de divisionismos y enconos entre los miembros del equipo de colaboradores de los mismos por el poder que concentraba el o la persona visto de esa manera, fenómeno del que, hasta ahora, se ha escapado el gobernador Juan Manuel Carreras López pues no hay nadie en su entorno que pueda jactarse de serlo.

Y vaya que los personajes que han logrado merecer esa etiqueta en su mayoría siguen siendo recordados por el poder que acumularon y el alarde que hacían del mismo.

Quizá el ejemplo más destacado de los que ejercieron una mayor influencia sobre el gobernante con el que estuvieron lo encarno el que fuera tesorero y yerno del profesor Carlos Jonguitud Barrios quien puso y quitó funcionarios a su contentillo y quien no permitía ningún movimiento financiero del gobierno si antes no lo supervisaba.

Asimismo otro caso de auténtico pode tras el trono lo protagonizó durante la administración del doctor Fernando Toranzo el que fuera su secretario general de gobierno Cándido Ochoa Rojas quien prácticamente cogobernó el estado y armó la estructura gubernamental según sus intereses de la que una parte sigue en funciones, aunque esa función se la disputó una buena porción del sexenio la que fuera primera dama del estado María Luisa Ramos.

Antes, durante el régimen del contador Marcelo de los Santos su hijo del mismo nombre también

fue el encargado de portar esa imagen toda vez que toda operación o negocio con el gobierno obligatoriamente pasa primero por su revisión.

Más atrás aunque más con estilo de chismoso e intrigante durante el primer año del gobierno de Fernando Silva Nieto, el chiapaneco Jerónimo Esquinca pretendió erigirse en el poder tras el trono sin lograrlo lo que no quitó que dañara a sus rivales del gabinete por el derecho que tenía de hablarle al oído a su jefe pero se fue y salvo para anécdotas de ese periodo casi nadie lo recuerda. Con Carreras es sabido que su secretario general de gobierno Alejandro Leal y su oficial Mayor Elías Pesina son sus colaboradores más cercanos pero ninguno de ellos se ha tomado atribuciones como para ser considerado como el poder tras el trono carrerista lo que habla de que saben bien el terreno que pisan.

CABOS SUELTOS

El agudo columnista Oswaldo Ríos ex funcionario estatal con Marcelo de los Santos y durante muchos años asesor de diputados locales y como militante perredista protegido un tiempo de Juan Antonio Rodríguez Chessani podría reintentar ser legislador por el sol azteca lo que muchos suponen dado el papel de crítico del sistema con el que ha colaborado y trabajado en gobiernos como el marcelista considerado como uno de los más corruptos lo que ha hecho que sus asesorados empiecen a preocuparse por aquello de que se interprete como que sus golpes son encargos de ellos, ojo, chavo…