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A pesar de las voces de protesta que se han dejado escuchar por la práctica de la administración municipal encabezada por el alcalde Ricardo Gallardo Juárez de pintar de amarillo los espacios públicos controlados o a cargo de la autoridad municipal, la verdad es que inexplicablemente se ha generado más ruido del que merece el tema, particularmente porque, según los juristas con el uso de ese color en los sitios donde puede ejercer su autoridad para hacerlo, no viola ley alguna que lo exponga a alguna sanción o lo obligue y ya no hacerlo.

Si bien, ciertamente el tono amarillento con que cubre los lugares donde puede es igual al que caracteriza el logotipo de su partido el PRD con mucho tino para los intereses políticos de su jefe los encargados de la pinta de bardas y vialidades lo vienen haciendo desde hace varios meses pues sí al ver lo que está cubierto con ese color inevitablemente remiten a recordar el símbolo del perredismo con lo que logran el efecto que necesariamente persiguieron generar al empezar con esa práctica.

Para colmo de los inconformes con la amarilleada de la ciudad, son tantas las bardas, banquetas y señalizaciones pintadas hasta la fecha que seguramente ni con 20 diputados como José Luis Romero Calzada alcanzarían a repintarlas con otro color.

Ahora, efectivamente la gallardización de la zona metropolitana cometería un delito si el amarillo alcanzara a los edificios públicos o bienes inmuebles privados cuyos propietarios no lo autorizaran pero los encargados de la tarea no son tontos y se han cuidado de no caer en ese error por lo que parece no existir ningún impedimento legal, excepto los mencionados, para que el ayuntamiento siga haciendo aparecer a la ciudad como un enorme girasol pues ni el INAH lo puede detener con argumentos sólidos.

CABOS SUELTOS
La apertura de la avenida Álvaro Obregón a la circulación vehicular desde Escobedo hasta Damián Carmona de inmediato reactivó las actividades comerciales en la zona para satisfacción de los dueños de negocios del rumbo que ahora piden que para las obras de rehabilitación que sigan se cambie de constructores y no se dejen en manos de Fonatur que tan mal quedó con los trabajos de la ya abierta al tráfico de nuevo al permitir que su rehabilitación se tardara más de un año. La nueva sede de la defensoría que se ubicará en las cercanías de la ciudad judicial permitirá mayor celeridad en la defensa de la gente que requiere de sus servicios pues ahorrará pérdida del mucho tiempo que se consumía en atravesar la ciudad para llegar a los juzgados instalación con la que nada se dañará al estadio Plan de San Luis que podría ser emblemático de recuerdos futboleros pero que fuera de eso poco o nada tiene de histórico, si hemos de ser honestos lo que no quita que los nostálgicos pamboleros no dejen de protestar porque se dedicó parte de  la superficie que ocupa en ampliar la infraestructura para una mejor procuración de la justicia… Varios funcionarios se abstendrán de tomarse unas vacaciones esta temporada quizá por el temor de que se den cuenta de la poca falta que hacen para resolver problemas en sus dependencias…