Punto de vista

Así fué, y así se cuenta por varios autores, que en “La región más trasparente del aire”, el novelista mexicano Carlos Fuentes 1928-2012, cito a varios edificios pintados de rosa  de ahi el nombre de este lugar en la Colonia Juárez de la CDMX.

Vista dede aquí, en el piso 22 del hotel, se ubica uno hacia el Ángel de la Independencia, que no es un  ángel, Es la victoria  alada. Por otra parte, la Glorieta Insurgentes y las calles de Amberes, Londres, Genova... Hamburgo, y Tokio. Por las que se cuenta se paseaba la poeta Pita Amor 1918-2000, en los años sesenta recitando sus poemas .

Ella es un icono  mitificado por el cine documental ahora, y refleja las vidas de aquí, nacida en el seno de una familia católica, conservadora y porfirista, -cita Mariana Gómez-, tenía una prodigiosa memoria para citar a los poetas españoles clásicos, pero era un huracán difícil  de aguantar, “más loca que cuerda” su pasión estaba llena de talento e inteligencia.

Pita definía su vida así: “yo de niña fui graciosa, de adolecente llorona, en mi juventud,  cabrona y en mi verano impetuosa”. Desafíó a su época posando desnuda para Diego Rivera.

La zona rosa  reúne esas  anécdotas; y, más, pues por aquí han pasado intelectuales, periodistas, prostitutas relevantes y conspiradoras, en un área que imitando a la vieja Europa construyó aquí  el porfirismo sus residencias y que, por los cuarentas y cincuentas, se modificaron para dar paso a cafés, loncherías, los negocios, restaurantes, sex shops, discotecas, hoteles, iglesias, palmeras y flores y boutiques. Entre un eclecticismo arquitectónico, afrancesado, que está en el art noveau y la belle epoque.

En su novela, ubicada en los ochentas: “Tengo que morir todas las noches”,  Guillermo Osorio, periodista, hace una reseña de la vida aquí ambientada en el bar gay El 9. Daniel Bendejo hace una crónica literaria de éste, dónde cuenta que Henry Donnadieu, un aventurero Francés que huye de la justicia de su país,  funda el primer bar gay de la Zona Rosa, dónde se dan los movimientos artísticos, literarios y musicales en los linderos de esa sociedad. Las primeras manifestaciones de la globalización cultural en el país teniendo como telón de fondo el cambio político en México.

El 9 es el otro lado de la historia, políticos de la época, ligados por el travesti  Xóchitl, que llegaba a a acuerdos con todos. Y los críticos de arte, estrellas de cine, rockeros, punketos y todas las preferencias  sexuales de mujeres y hombres que operaban desde Acapulco o el Nueva York de Andy Warhol,.. Aquí el DF sale del clóset. Dice Antonio Marvel.
 
Por aquí está  el hotel María Isabel, ¿recuerda  aquella historia en la revistita llamada Lágrimas y risas? , la embajada americana, y la de Brasil y en la lista de  todos los sueños por cumplir también la bolsa mexicana de valores.

La famosísima Zona Rosa de los sesentas, cuando Jorge Volpi, nos reseña que México tenía siete millones de habitantes y los hippies aparecian, junto a los primeros supermercados, y la olimpiada de Tokio llegaba al país por las primeras televisiones  en blanco y negro. La lectura del Siempre!, las vidas del Ché, León Trotsky y Marcuse, en la imaginación al poder.

El Doctor. I.Q., Jorge Quarón,  Hacía de las suyas en la radio con preguntas y para ir a comer en la Zona Rosa, Sanborns, “El perro andaluz”, “La pérgola” y las noches del Teatro Blanquita con Celia Cruz. Por supuesto, los primeros espectáculos psicodélicos.


Los Beatles, los Rolling Stones, Bob Dylan.

Mexicanotes, la Angelica María, los Hermanos Castro y  recuerdo esa melodía lacerante...”Sí ya se que sólo soy un tonto, que me estoy volviendo loco por tí, ya lo pensé, no te quiero...  No es justo que cada mañana pasas y nunca volteas  hacia mííí..”.

Pita amor le cantó a la soledad, a la muerte, a la angustia, a la nada. “El cansancio que tengo es infinito,/todo el dolor del mundo lo he probado;/un laberinto de ansiedad  habito/y a tientas me revuelvo en lo intrincado”.  El Ixca Cienfuegos, personaje de  Fuentes, reúne la vida de los ricos venidos a menos en La región más trasparente.

Aquí, en la Zona Rosa, se volvió lugar común en la olimpiada del 68 y el mundial de fut bol de los setentas, pero el temblor del 85 desplazo muchas firmas hacia Polanco. En los noventas inició el auge de la comunidad LGTB, sobre todo en la Amberes y por allá, en Río Tíber, aparecieron las prostitutas de lujo, las “cinco estrellas”. Pero también se cuenta que desde aquí, un famoso nacido en Charcas , admirado intelectual y científico, Luis Gonzalez de Alba, junto con Nancy Cárdenas y Carlos Monsiváis, lanzaron el primer manifiesto mexicano en defensa de los homosexuales, en la revista Siempre!  de José Pagés.

Ahora la Zona Rosa es uno de los primeros sitios de tolerancia para la comunidad LGTB y las tribus urbanas. En los cuarenta, “pachucos”; en los sesenta y setenta, “onderos jipitecas”; en los ochentas, “punks”; en los noventas “cholos”,”skatos”, “emos” y “chacas”, Dice el sociólogo Francés Michael Manffesoli, en su libro “ El tiempo de las tribus: El declive de la individualidad”,  que los estereotipos imaginarios están identificados por su vestimenta y formas e vinculación social.

Ana Francés Mor, Nora Huerta, Cecilia Stores Y Marisol Gasé, cuentan en ciudad diversa que la obra “Las reinas chulas” desde hace 20 años son activistas con tablas originadas en el Cabaret León que consolidó la cultura y la diversidad. Y las problemáticas que presenta esta comunidad siempre presente. Un colectivo no sólo mexicano, sino mundial, que jamás volverá al clóset.

Palabras con significado para conocer y definir son : lesbiana, gay,  bisexual, transgénero, travesti, transexual e intersexual, forman parte de esta cultura de la sexualidad  contemporánea y del nuevo lenguaje LGBTTTI, publicados en Time out México, ahora cerca  en junio del 2016. Aqui en el piso desde el piso 22 del Century, observando la Pink Zone.

pfelix2000@hotmail.com