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Leopoldo Pacheco | 13/07/2016 | 03:42

La salud pública, se ha convertido en nuestros días en uno de los elementos de mayor complejidad  en los gobiernos que se han dedicado a buscar estrategias para que la misma pueda alcanzar a un mayor número de población en nuestro país, y eso se explica porque en México es uno de los países donde los servicios de salud gratuitos deben estar garantizados para todos los mexicanos en el estado.
 
Existe en el país servicios médicos aparentemente para toda la población, pero eso en realidad es una falacia pues la población ha aumentado en forma no correspondida con la infraestructura hospitalaria y tiene actualmente sobresaturación de pacientes en todas las instituciones existentes, desabastecimiento de material médico, medicamentos y todo tipo de necesidades, para brindar una buena atención médica. El trato médico paciente es pésimo y degradante, debido a la misma sobresaturación abrumadora de trabajo para una cantidad cada vez más reducida de personal, es totalmente impersonal y hasta denigrante, derivado de las pésimas condiciones del entorno general anímico y clínico.
 
A su vez, encontramos que a todos los niveles existe falta de equipos y de medicamentos, lo que se traduce en pacientes que a pesar de llegar a alcanzar diagnósticos correctos, no logran tener el tratamiento apropiado, sino meramente aquel que se les puede proveer bajo las condiciones mínimas existentes.
 
Todo lo anterior refleja la lógica de la plusvalía, donde se busca cumplir con la obligación de proveer el servicio social que "justifique" la existencia de la institución o del estado como meta, pero exprimiendo los recursos al máximo como consecuencia de eso.
 
Esta es una expresión más de la ética capitalista en la salud contemporánea: los sistemas de salud estatales no están ahí para proveer bienestar, sino más bien para justificar la legitimidad del Estado y a su vez, causar el menor drenaje posible de recursos.
 
El hospital central Ignacio Morones Prieto, en ese mismo tenor, no está viviendo uno de sus mejores momentos después de ser unos de los mejores hospitales de la región centro del país, con personal médico especializado, instalaciones y equipo, que hoy prácticamente está obsoleto, y pero aún en un hospital que está viviendo un momento de crisis  importante, con mafias de bata blanca que han canalizando el apoyo a través de subrogaciones que le cobran a los gobiernos estatal y federal en cuantiosas y jugosas sumas de dinero a cambio de poder dar los tratamientos a pacientes con diversas enfermedades, crónico degenerativas, como puede ser el cáncer,
 
Este grupo de galenos, se asocian para comprar equipos médicos sofisticados para tratamientos diversos. Dado que los hospitales públicos no cuentan con ese equipo, no les queda más remedio que contratar el quipo de los siempre dispuestos médicos que lo rentan bajo  jugosas cifras de dinero que hoy por hoy es lo que mantienen a el hospital central en pasivos insostenibles para cualquier institución que llegan a los varios millones de pesos, y que se convierten en el túnel sin salida, bajo la voracidad de estos doctores, que además de rentar sus equipos cobran por sus consultas y servicios como verdaderos funcionarios de primer nivel.
 
Los servicios de salud en San Luis Potosí, están condenados si se sigue permitiendo que sean unos cuentos quienes todo lo deciden en base a obtener las mejores ganancias. Los sueldos son lo de menos, cuando tienen agarrado por el cuellos al sistema de salud que no tiene más remedio a someterse a los caprichos y a los precios que imponen algunos médicos para poder cumplir con las condiciones y los objetivos de salud que se persiguen en el país, y eso es una realidad triste pero cierta en San Luis Potosí.
 
Algo que no puede perderse de vista y que llama profundamente la atención, es que a pesar, de siempre estar trabajando prácticamente con las uñas, no tener abasto ni personal ni insumos suficientes, hablar de tener números rojos en la lista de proveedores así como en algunos rubros de salarios, el Hospital Central Ignacio Morones Prieto es un ente que cuenta con una cantidad de recursos públicos mucho mayor que el sector salud en su totalidad en todo el estado de San Luis Potosí, entonces imagínense con lo que le acabamos de describir ¿hacia los bolsillos de quienes para todo ese dinero?
 
 
HASTA LA PROXIMA!!