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Dos mujeres se encontraron en un puesto de tacos de canasta, las dos se conocían, por ser vendedora y clienta, una de ellas descendió de un lujoso automóvil nuevo con la música de su Estéreo  a todo volumen, la música era del cantante Gerardo Ortiz, al cual las dos se dijeron abiertamente admiradoras y que lo amaban. Que les causaba fastidio que existiera la posibilidad de que no se presentara durante los espectáculos programados en la Feria Nacional Potosina dentro de los Espectáculos del palenque.

Hoy lo conté como una anécdota en las redes sociales, pero este podría ser un ejemplo muy emblemático del momento y del sitio en el que estamos parados en San Luis Potosí, en esto que muchas mujeres activistas del feminismo, y aquellos que aunque no seamos feministas, si creemos en una sociedad equitativa, tenemos de frente, aun como una gigantesca cuesta hacia arriba.

No hace falta tal vez recordar  el revuelo que causo, este cantante con un video en el cual se supone desquita su venganza contra una mujer infiel, inmolándola dentro de la cajuela de un automóvil, en estos términos las reacciones no se hicieron espera, hasta el punto que la porpia titular del  Instituto de la Mujeres de San Luis Potosí, presentó una petición al patronato de la feria y a la propia administración municipal para no otorgar el permiso de presentación del cantante por considerar su mensaje como misógino.

Entonces si se supone que en el instituto de las mujeres a hay una representación mediana mente democrática del sentir generalizado de la mujer potosina, hacia este tipo de mensajes, entonces también debemos suponer que no es del todo cierto, que la mujer potosina, esta consiente verdaderamente de aquellos que ideológicamente puede agredirla y formar aún más generaciones con la misma idea, siempre y cuando canten, actúen o sean bonitos.

Sin embargo en la trinchera de la equidad, no solo através del instituto de las mujeres se ha visto un esfuerzo importante en términos de lograr mejores condiciones de superación y desarrollo, En el Congreso del estado la diputada Esther Angélica Martínez , ha sido partidaria, de encontrar los escaparates que sean necesarios para brindar oportunidades en los cuerpos de representación y de la función pública, que ella misma ha ejercido, pero con el planteamiento de que se tiene que seguir construyendo a fin de poder dejar un terreno tamizado para las generaciones de mujeres que vienen de tras y que se convierte para muchas de ellas, diputadas, alcaldesas, funcionarias, magistradas, una obligación tácita el poder dejar tras de sí bases para que sean otras mujeres las que den continuidad y se amplié el espacio  para la mujer en este sentido.

Sin embargo cuando vemos que aún hay reticencias para poder sacar adelante desde el gobierno federal, las declaración de alerta de genero cuando vemos de manera evidente la depredación de las que muchas , madre, hermanas, hijas compañera y amigas, han sido objeto, entonces, hay quien aprieta los puchos de impotencia otras que solo se encogen de hombros, miran hacia otro lado, o algunos que solo suspiran fuertemente y miran al cielo, si las cosas quedan hasta ahí, así es como seguirá avanzando la rueda, solo habrá algo hasta que seamos todos los que hagamos que suceda, el encono entre hombres y mujeres, las “femenazis” contra los patriarcales, no va a generar el cambio, lo puedo apostar.

OTRA HISTORIA BREVE PARA HOY:

En el argot de algunos que nos dedicamos al trabajo periodístico, a últimas fechas hemos denominado aquellos legisladores que realmente no aportan nada, y que incluso en algunos casos no declaran nada, como diputados “taburete”. Un alegre y cándido legislador, que cumple con calentar una curul en los días de sesiones, levanta la mano porque se lo piden, y prácticamente nada de “muertito” durante toda la legislatura. Y esa zona de confort, tan agradable a la dieta además nada despreciable que reciben, ahora, se generan evaluaciones que pretenden medir su rendimiento,  esos procesos de evaluación en cuyo espíritu descansa el objetivo de que los representantes populares verdaderamente trabajen, como es la evaluación del ICCO, que supone “mide” este desempeño. El problema de esto que podría tener un espíritu muy loable y noble, ahora se convierten una nueva forma de “hacer trampa” por la sencilla y feliz razón de que este tipo de evaluación no mide de manera cualitativa el trabajo, sino de manera cuantitativa, lo que se traduce, en términos muy simples en el número de iniciativas, intervenciones o modificaciones que presenta cada legislador, sin importar en este caso, el impacto, los alcances y las medidas de lo mismo, es decir, el diputado “Polidoro Macueco” que presentó y trabajo durante todo un año una iniciativa para dotar de espacios de oportunidad a personas con discapacidad, resulta ser de acuerdo a la evaluación “un perezoso”, en comparación del diputado “Luciano Bambino” que se aventó 15 iniciativas en un mes, y diez de ellas eran para quitar puntos o comas de las leyes que ya existen y otras para llevar al muro de honor del Congreso del estado, donde ya no caben; a la benemérita panadería donde compraba su pan Benito Juárez. De ese tamaño la comparación, pero por favor, que se mejoren los criterios de evaluación porque ahora resultan más trabajadores, los que gritan más fuerte y no los que crean mas consensos.

Hasta la próxima