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Filiberto Juárez Córdoba | 03/07/2016 | 10:08
“SE HA AGOTADO EL TIEMPO, los bloqueos y las afectaciones a la ciudadanía deben de terminar. Por ello en breve se estarán tomando las medidas necesarias para permitir el tránsito en vías estratégicas y el reabastecimiento de las comunidades”. Anunció el secretario de gobernación Miguel Ángel Osorio Chong. La CNTE condenó la decisión y señaló que se preparaba una represión contra su movimiento. La Comisión Nacional de Derechos Humanos, por su parte, llamó al gobierno federal y a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, a retomar el diálogo, el entendimiento y la construcción de acuerdos en el marco de la ley, por encima del uso de la fuerza o el ejercicio de cualquier expresión de violencia. Mucha gente dice que no debe haber represión gubernamental pero tampoco omisiones en la aplicación de las leyes cuando se afectan los derechos de terceros. Muchos daños ha habido a gente ajena al conflicto en la lucha que mantienen los integrantes de la CNTE, para evitar una reforma educativa que presuntamente les quita privilegios a los dirigentes y tiende a anular prácticas ventajosas para ellos en la asignación de plazas y movimientos escalafonarios, además de imponer la obligación de la evaluación y la actualización constante.
EL PROBLEMA NO ES EN SÍ la lucha por defender derechos, sino los métodos violentos que han estado empleando y la mecánica del diálogo, que por parte de los dirigentes magisteriales no contempla más que presionar para que se haga lo que ellos quieren. El radicalismo ha llevado a dejar sin abasto de alimentos básicos a muchas comunidades, los bloqueos han provocado accidentes, con heridos, e incluso muertos en enfrentamientos con policías. Policías, e incluso maestros, han sido secuestrados humillados y vejados por considerarlos enemigos. Muchas empresas han sido perjudicadas y, Oaxaca, está al borde de una crisis muy seria en la que la ingobernabilidad ya se hace notoria.
EN ESE ESCENARIO era urgente que el gobierno federal fijara una posición ante los hechos que ya tienen visos de ser de mayores alcances que un simple diferendo laboral sindical. La mejor prueba de ello es el lenguaje que utilizan en algunas proclamas, que va más allá de un contexto ideológico meramente sindical. Los grupos de activistas que han apoyado y efectuado acciones y el anuncio de que maestros de Guatemala han expresado su apoyo a la CNTE y se han manifestado en la frontera con Chiapas y, por si fuera poco, el apoyo expresado por el Peje a la causa, son evidencias más que claras de que hay otros intereses en juego, ante los que el gobierno no puede quedarse indiferente.
LAS MESAS DE DIÁLOGO que se instalaron fueron una muestra de buena fe. El hacer un puente aéreo y otros esfuerzos para abastecer de alimentos a las zonas aisladas por los bloqueos, en lugar de hacer uso de la fuerza para abrir los caminos, son muestras de que se quiere negociar y resolver todo por vías de los acuerdos, sin embargo la posición irreductible de la CNTE y su decisión de no ceder, amenazan con mantener el movimiento de manera indefinida, con el perjuicio que eso entraña para la población. Lo dijo Osorio Chong al hacer su anuncio: “Hemos estado en la mesa por horas, escuchando con apertura y atención sus planteamientos, analizando cada uno de ellos para definir en cuáles el gobierno puede ofrecer una respuesta y en qué otros podemos abrir canales con las instancias y poderes responsables para dar cauce institucional a su conflicto”.
EL TIEMPO SE ACABÓ entonces y es de esperarse que ante la energía haya reacciones de prudencia y cordura. Si de entrada la CNTE anunció que ante una posible represión radicalizaría acciones, horas después había información de que 20 bloqueos en Oaxaca estaban siendo levantados pero más tarde se dijo que los bloqueos se habían reinstalado. Aunque todavía no se emprenden acciones y la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación mantiene su postura de no ceder en el punto que el gobierno ha declarado no negociable, que es la reforma educativa, esperemos que el golpe en la mesa dado como advertencia por Osorio Chong, sirva para iniciar una nueva etapa en el dialogo, una etapa en la que realmente se busquen soluciones o se siga la lucha pero sin perjudicar a la población que ni la debe ni la teme.
SI EL PROBLEMA en el porfirismo fue el de la mano dura, nos comentó un profesor conocedor de la historia, bajo el lema de “mucha administración poca política”, no vaya a ser ahora que entremos en un crisis de gobernabilidad por irnos al extremo, a la “mucha política poca administración”. Luego nos explicó que no es posible que por intereses o acuerdos políticos y por el temor a ser considerado represivo, el gobierno permita que muchos de sus empleados, como son los integrantes de la CNTE, dejen solas las escuelas y se dediquen de tiempo completo a manifestarse, sin que les levanten a actas de abandono de empleo y sin que se les suspendan los pagos. Los derechos que tengan que defender, dijo, incluso sus privilegios, pueden defenderlos pero por cauces legales y sin perjudicar a los alumnos y a la población. Más, afirmó, cuando la mayor parte de los trabajadores de la educación del país tienen otra actitud y otras formas de luchar por sus causas.
ESPEREMOS QUE CUANDO se publiquen estos comentarios las circunstancias hayan cambiado para bien. Alguien nos dijo que es increíble que a algunos funcionarios públicos los hayan linchado mediáticamente y los hayan destituido de sus empleos por expresiones que fueron consideradas homofóbicas y que lesionaban, por lo tanto, la dignidad de quienes practican la diversidad sexual, y a los profesores que han propiciado vejaciones y casi linchamientos de compañeros que no comparten su movimiento y de policías, además de que impiden la libre circulación y dañan propiedades, agraviando a comunidades enteras, los sigan manteniendo en sus plazas. Muchas consideraciones hay al respecto pero esperamos que pueda encontrarse una solución y se imponga la cordura. Que haya política de negociación pero también administración de las negociaciones para que no se conviertan en eterno dialogo de sordos.
PLATICABAN QUE LOS DIÁLOGOS en política muchas veces no dan resultados buenos porque los dialogantes están como el chamaco que se soltó chille y chille, pidiendo que le dieran un cuadro que estaba colgado en la pared. Cuando se lo dieron se calló un ratito pero luego retomó los pataleos y chillidos exigiendo el clavito donde estaba colgado. Para no seguir batallando con él se lo dieron y se calmó, pero enseguida reanudó la rabieta exigiendo el agujerito de la pared donde había estado el clavo. Unos manotazos en salva sea la parte fue lo que recibió entonces y eso fue lo que logró calmarlo. Ojalá que aquí no haya necesidad de eso. NOSOTROS DECIMOS:
Ojalá que la paz se logre,
Con el dialogo se puede,
Pero si ninguno cede
¡Seguirán enseñando el cobre!.
