Editorial

Pues la verdad es que no sólo a los potosinos enoja la falta de seriedad de las aerolíneas comerciales que dan servicio de transporte de pasajeros. Y es que los retrasos no son de 15 o 20 minutos, sino de 3 y hasta de 4 horas, con lo que dejan a los usuarios sin posibilidad de cumplir los compromisos que los llevan, por ejemplo, a la Ciudad de México.

Esto, sin contar con los vuelos a ciudades de Estados Unidos donde se hace escala para conexiones  a un vuelo trasatlántico. En estos casos se pierde el vuelo y no hay quien se responsabilice de las pérdidas que esto significa.

Esta irresponsabilidad ha llegado a tal grado en todo el país, que la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ya tiene autorizado establecer sus módulos cerca de las taquillas de las aerolíneas, para poder resolver en tiempo, las violaciones a los derechos de los usuarios.

Para esto se está creando un decálogo con estos derechos de usuarios de las líneas aéreas, que deberán estar a la vista del público y lo suficientemente grandes como para que todos los pasajeros lo puedan leer.

Es de esperar que con estas medidas se frene un poco la irresponsabilidad de las líneas aéreas, aunque a decir verdad, la costumbre de maltratar a los pasajeros está tan arraigada que es muy improbable que estas acciones inhiban la irresponsabilidad y el maltrato.

Como en todos los casos de concesiones, la única forma de poner freno a los abusos será aplicando multas económicas y la obligatoriedad de reponer a los pasajeros el costo del pasaje si como consecuencia de su irresponsabilidad sufren pérdidas ya sea económicas o laborales, como el caso de aquellos pasajeros que viajan para asistir a alguna junta de su trabajo.

Si como parte de las sanciones a las aerolíneas se considera la reposición del costo del pasaje cuando por su irresponsabilidad los usuarios sufran pérdidas, seguramente los señores encargados de programar las salidas de los vuelos, lo pensarán con mucha seriedad antes de dejar a la gente esperando 3 y hasta 4 horas, por el sólo hecho de que pueden hacerlo.

En fin, que la solución a esto está en manos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, a quien ya se está presionando no sólo en San Luis Potosí, sino desde la Ciudad de México y el resto de las entidades federativas que componen la República Mexicana.

BIEN JUGADO…

Cuando parecía que no habría novedades en el asunto de las verificaciones vehiculares, y los potosinos ya empezábamos a buscar justificaciones que nos reconciliaran con la nefasta práctica que se veía venir a partir de la concesión para la práctica de estos servicios, el gobierno del estado y la Secretaría de Ecología y Gestión Ambiental salieron con la novedad de que esta práctica formará parte de las políticas públicas, por lo que no podrán establecerse cuotas a discreción.

Y eso no es todo, ahora resulta que si un automóvil reprueba la primera revisión, podrá hacer la segunda sin costo alguno.

Esto le quita todo el atractivo comercial a los centros de verificación vehicular.

FRANCISCO JAVIER ROSALES HERNÁNDEZ