Viernes 19 de Abril de 2024 | San Luis Potosí, S.L.P.

CONTENIDO NETO.

Leopoldo Pacheco | 15/06/2016 | 09:18

“Homo homini lupus es una locución latina de uso actual que significa ‘el hombre es el lobo del hombre’ o ‘el hombre es un lobo para el hombre’.[1] Se cita con frecuencia cuando se hace referencia a los horrores de los que es capaz la humanidad para consigo misma” (THOMAS HOBBES).

Los eventos violentos que se han suscitado durante los últimos días están despertando un clamor social, que cada vez se hace más frecuente en cada rincón del planeta, en cada calle de México y del mundo  y  coinciden en preguntar: ¿Qué es lo que nos está pasando?

Tan sólo hace algunas horas, en las redes sociales, se pudo atestiguar la exigencia de respuestas y de justicia por una mujer que fue brutalmente violada en un autobús de pasajeros, en el trayecto  de la ciudad de México a San Luis Potosí, que decidió dejar de ser anónima y romper con el pudor que guardan muchas mujeres cuando son víctimas de este tipo de actos, que callan por miedo o por vergüenza, porque la verdad, el pueblo de México y de muchos rincones del mundo ya gritan Basta!!, ya no es posible tolerar la brutalidad, como una cotidianeidad desparpajada y cínica, en la cual somos una sociedad que aún está inerme, mirando como la devoran, como la matan, como la violan… esperando a que las cosas sean diferentes, repitiendo los mismos errores y las mismas costumbres que nos llevan a familiarizarnos con la violencia como un factor que supone debe existir dada nuestra naturaleza. Nos hace cambiar de perspectiva en el momento en que nos  golpea, de cerca, cuando es a una persona cercana  o nosotros mismos a los que nos lacera.

La voz de esta mujer, que resultó ser la esposa de un reconocido personaje de la política en San Luís, a través de su testimonio, mas allá, de poner en tela de juicio el papel de la autoridad en nuestra entidad, pone en un plano de análisis, la fenomenología de la violencia, que no obedece a clases sociales  sexos o a otra percepción humana que intenta darle categorías a todo;  tras haberse anunciado que existe un esquema, un sistema , una comisión, de atención a víctimas del delito;  porque los sucesos violentos son cada vez más frecuentes, o porque simplemente la atención a los que son objeto, o víctimas de la violencia, se pierden entre el papeleo de archivos y en los laberintos de la burocracia que desde siempre ha significado  la procuración de justicia en México y en San Luis Potosí .

La mujer violada en un autobús de ETN la tarde del lunes, no debe ser una historia, una denuncia, una anécdota, de aquellos que fueron testigos, víctimas de un asalto, en donde se presume la colusión del chofer del autobús, debe ser sin duda una pregunta de la forma en la que estamos funcionando como sociedad, y en el peor de los esquemas, estemos perdiendo ya la capacidad de asombro a la barbarie.

Y precisamente en este espacio amigo lector, quiero hacer también un poco de análisis en lo que está ocurriendo con las opiniones en las redes sociales sobre los eventos de naturaleza violenta en contra de “gays”, que van desde las consideraciones más humanas y solidarias, hasta aquellas, que llegan a justificar el que la sangre corra por las calles, sobre todo cuando hablamos de los crímenes, de odio, como lo que ha  ocurrido con los ataques a los bares frecuentados por personas, cuya preferencia sexual tiende a la homosexualidad, y que ello sea castigado, por múltiples interpretaciones, que van desde la religiosidad, hasta lo incomodo que puede ser para determinados sectores, el simple hecho de que existan los homosexuales, y peor que puedan exhibir su afecto entre ellos…

Si bien es cierto que en San Luis Potosí, no se han dado situaciones como las que ocurrieron en Orlando allá en la unión americana o en Veracruz, para considerar que también en México pueden suceder este tipo de cosas, si han ocurrido casos de homicidio, tortura y lesiones en contra de personas que pos su preferencia sexual, son tomados como discordantes y por lo tanto objeto de actos violentos, es por ello, que la depredación social, en la cual estamos reparando en esta líneas, nos persigue en todo ámbito y bajo cualquier esquema, en México no necesitamos tener un repudio racial o de odio fundado en la naturaleza de nuestra sexualidad, para matarnos, tristemente en nuestro país, nos matamos por circunstancias que van desde un interés, factico, criminal, económico o político, en lo cual también puede haber odio, pero encima de todo conveniencias.

Es por ello, que en el plan de ofrecer opiniones y puntos de vista a través de las redes sociales, que pueden re victimizar a los que ya sufrieron un daño, o enaltecer a los que lo hacen, donde podemos hacer apología del criminal, sin necesidad de señalar a los malos de este tipo de historia, que son los medios masivos de comunicación, antagónicos a la sociedad, porque se asegura que pervierten el pensamiento de un sujeto que solo recibe estímulos, como perros pavlovianos, por televisión; debemos pensar en lo que finalmente nos convertimos si pensamos que el derramamiento de sangre tiene una justificación. La violencia jamás tendrá una justificación, el odio se alimenta de si mismo, y la violencia se alimenta del  miedo que está ligado íntimamente a nosotros al sentir que podemos ser vulnerados, en lo que pensamos, en lo que tenemos y en lo que nos sentimos seguros. Una sociedad así, no tendrá futuro como tal, hasta que no entendamos que nuestra verdadera naturaleza es que todos somos distintos, y que debemos respetar nuestras diferencias, que no debemos dejar de señalar a los depredadores, y no ser pusilánimes ante el crimen.

 

HASTA LA PROXIMA.