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Overdrive

Jorge Aguillón Rodríguez | 12/06/2016 | 00:18

Cuando inicié mi aventura en este espacio tenía tantas ideas que pensé que nunca se agotarían. Pero la vida da lecciones y muchas veces hay pruebas que nos cuesta más trabajo sortear.

Siempre que escribo de música intento compartir con mis lectores mi sentir y mis reflexiones sobre lo que a mi me apasiona. Es por eso que resulta un logro cuando alguien que nunca estuvo remotamente relacionado con las cosas de las que yo hablo, se anima a decir que se ha dado la oportunidad de conocer algo distinto.

El rock no entiende de edades, pero muchas veces hay que acercárselo a quienes voluntariamente no lo van a tomar de la bandeja. A fin de cuentas mi chamba es difundir la cultura que yo he optado por reconocer como mía. (A una de mis abuelas le gustó The Clash)

Hablar de arte es hablar de sentimientos. Humanos en cosas de humanos. Este espacio no es una crítica hacia los artistas. En si es un intento por intentar profundizar en el lado humano de aquellos seres que dedican su vida a la estridencia y el guitarrazo.

Por situaciones de la vida dejé este espacio por un tiempo. Sentí que necesitaba replantearlo. Reconstruirlo. Convertirlo en algo más informativo. En un trabajo periodístico más en forma. La verdad es que terminé por descubrir que estaba perdiendo mi tiempo. Soy un periodista (o al menos insisto en intentar ser uno) distinto. Soy un romántico que prefiere enfocarse en la parte disfrutable de la vida.

Hace poco una de mis bandas favoritas, Saosin, lanzó un disco nuevo. Pasaron 7 años desde su último material. La banda volvió a sus orígenes. Volvió el vocalista original de la banda y todo indicaba que iba a existir un cambio en el sonido.

Que puede orillar a una banda a volver luego de 7 años a retomar un proyecto que parecía muerto. Un ciclo que se pensaba cerrado. Hay gente que podría pensar que es dinero. Pero hoy en día no creo que esa sea una posibilidad y menos en esa escena. También podía ser la presión de los fanáticos, o algún compromiso con alguna disquera.

Luego de escuchar Along the Shadow una y otra vez. Me dieron muchas ganas de escribir de nuevo esta columna. Retomarla y compartirles este disco a los muchos o pocos atrevidos que me dan oportunidad de llamarlos lectores.

Fue ahí donde entendí el posible porque del regreso de Saosin con esta banda y con este sonido. No se puede huir de lo que es uno. Esto es lo que hacemos y es lo que debemos hacer. Algo que empezó en California entre amigos. Un proyecto que creció fue

cambiando con el tiempo. Acumuló éxitos y hordas de seguidores. Al final terminó regresando luego de que parecía muerto.

Eso me motivó a regresar. Este espacio me ha permitido abrir el panorama para quienes buscan algo distinto. Esta columna esta rodeada de muchos temas. Todos propia y tradicionalmente escritos. Que esta columna exista en un medio tradicional y respetado, demuestra que quienes vemos las cosas de forma diferente también tenemos un lugar.

Una vez más una banda de músicos me dio una lección de vida. Lo hizo sin conocerme, sin intención de hacerlo. Lo hicieron con sus gritos, con sus guitarrazos y con mucho poder. Consumieron mis oídos y ahora espero que consuman los de ustedes.

Estamos de regreso y seguiremos siendo el punto negro en el gran tapiz blanco. Gracias por ser parte de este espacio.

Saosin actualmente promociona su tercer álbum de estudio titulado Along the Shadow. Puedes escucharlo aquí: https://itunes.apple.com/mx/album/along-shadow-deluxe-edition/id1090735080

Si te gusta te recomiendo comprar una copia física. Apoya a tus artistas favoritos.