NO ESTAMOS PINTANDO de amarillo la ciudad, dicen que contestó un ocurrente trabajador municipal cuando un ciudadano le preguntó porqué tanta insistencia en cubrir con ese color todo lo que encontraban a su paso, no estamos pintando de amarillo la ciudad, remarcó, la estamos gallardizando.
LA ÉTICA ES UNA RAMA de la filosofía que estudia la moral y la manera de juzgar la conducta humana. Establece lo que es bueno, malo, permitido o deseado respecto a una acción o una decisión. Proviene del griego ethikos, que significa “carácter”. Se considera la ciencia del comportamiento moral, ya que estudia y determina cómo deben actuar los integrantes de una sociedad. Un código, en derecho, es un conjunto de normas que regulan una materia o área determinada. Los códigos de ética fijan entonces las normas de conducta de un grupo social, como los gremios o profesiones, o a los miembros de una institución o empresa. Por la naturaleza de la ética, que se refiera a la conducta personal y al carácter, aunque el código sea de observancia obligatoria, no contempla sanciones o castigos legales, las penas son de conciencia. Un mal profesionistas sufrirá el repudio de los suyos y en su conciencia llevará el haber cometido una falta, pero aparte de eso no tendrá ninguna otra molestia. Ni multa económica, ni privación de la libertad, ni nada que tenga que cumplir para pagar su falta.
RELATAMOS LO ANTERIOR porque olvidando las enseñanzas del filósofo de la política, el Alazán Tostado, Gonzalo N. Santos, que definía a la moral, fundamento o parte de la ética en la filosofía, como un árbol que da moras, para efectos meramente políticos. Ahora se ha puesto de moda proponer códigos de ética. Primero se propuso uno para evitar los desfiguros de los diputados, pero dijeron que no se aprobaba porque estaba incompleto, que le faltaban sanciones y que por eso había que replantearlo. No le faltan sanciones si es código de ética, si quieren que las lleve propongan un reglamento, una ley o un código a secas, pero lo de ética déjenlo definitivamente fuera. Si los políticos tuvieran ética, dijo alguien, seguramente se dedicarían a otra cosa.
BUENO ESE ES UNO, pero ya surgió otro código, este de ética y respeto, para ser aplicado a los lavacoches, franeleros o viene viene, del Centro Histórico. Así lo anunció la Dirección de Seguridad Pública Municipal, como punto de partida para regular esta actividad. Es plausible que los quieran regular y hasta meter en cintura, buscar controlarlos es algo que ya se ha hecho y debe seguir intentándose, pero para ello sería bueno que el código de ética surgiera de ellos, como gremio o grupo laboral, y que la autoridad lo que genere sea algún reglamento, de otro modo su cumplimiento va a quedar en la conciencia de cada uno de ellos y la autoridad no podrá presionar para que se ordenen. De todos modos es buena la intención y que se apliquen para obtener buenos resultados, los lavacoches cumplen una función útil y tratan de ganarse la vida honestamente, lo que hay que evitar son algunos excesos en que incurren y para ello se requieren normas claras y aplicables. Reglamentos pues en toda forma y no meros catálogos de buenas intenciones.
LA LLEGADA DE NUEVAS EMPRESAS traerá oportunidades para muchos pero también algunas fricciones por que no faltarán los que quieran acaparar los beneficios. Desde el inicio la CTM anunció que los contratos colectivos de trabajo, de empresas que aún no tienen trabajadores, eran de sus sindicatos. Ahora la CROC dice que hay discriminación para los suyos y que tomarán medidas para evitar que se les excluya. Están convencidos, dice su dirigente, Héctor Serna Camacho, que hay que conservar el clima de paz laboral pero para eso hay que equilibrar y dar a cada quien posibilidades de obtener también algo. Las empresas son grandes y trabajo habrá para todos, lo que hace falta, dijo, es no ser voraces y saber compartir.
TODOS TIENEN PATAS para pisar pero se les olvida que todos tienen también cola que les pisen, decía un amigo cuando veía a algunos muy empeñados en señalar las faltas de los demás. Eso lo recordamos ahora que un grupo de destacados potosinos acudió a exigir que Ricardo Gallardo Juárez clarifique lo de la proveedora Sandra Sánchez Ruiz. El tema debe investigarse por las instancias correspondientes, como la Contraloría Interna del Ayuntamiento y la Auditoria Superior del Estado, y una vez que estas hayan dictaminado, proceder en consecuencia. Que haya ciudadanos que exijan que se aclare todo es aceptable, pero que entre ellos figure alguien que hasta hace muy poco tiempo formaba parte del equipo del alcalde cuestionado, como Gonzalo Benavente, ya le da otros matices al asunto.
SEGÚN EL DIPUTADO LOCAL, Oscar vera Fabregat, una vez que se apruebe el paquete de leyes anticorrupción, el 75 por ciento de los alcaldes potosinos irán a la cárcel. Son leyes muy estrictas que nadie va a cumplir y las sanciones son enérgicas, parejas, todos vamos a tener que acatarlas, por eso hay que informarles a los alcaldes que va en serio y que ya no van a poder cometer las fechorías de siempre, dijo el abogado. NOSOTROS DECIMOS:
Pues si los van a apresar
Por incurrir en excesos
Pobrecitos de los presos
¡Que los tendrán que aguantar!.
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